Ni los pelan
Llega y entra al restaurante ante la indiferencia de todos los comensales. Lo acompaña un guardaespaldas, quien disimula su fusca en una pequeña maleta, mientras que en otra mesa se quedan más guaruras y afuera hay muchos más, así como varias camionetas blindadas. El lugar está lleno. Lo espera una mujer. Se sienta. Dialogan solo un momento. Luego se para y se retira, como llegó, sin que nadie voltee a verlo. De salida intenta ver hacia los lados, pero mejor aprieta el paso y se va con toda la guaruriza rodeándolo.
Pienso: cómo han cambiado las cosas. Resulta que era ni más ni menos que el secretario de Educación, Zenyazen Escobar; ella, la subsecretaria de Educación Básica, Maritza Ramírez Aguilar. Creo que me quedé en el pasado y por eso me despertó curiosidad, cuando un funcionario llamaba la atención y si se trataba de un secretario de Educación no faltaba quién se parara a saludarlo e, incluso, quiénes se acercan a hacerle alguna petición. Hacían bulla, pues.
Pero, ¡ay!, a este funcionario morenista (y a ella también) nadie –para usar un término del populacho– lo peló a pesar del escandaloso aparato de seguridad que llevaba. Pensé: si ellos de alguna manera reflejan la popularidad del cuitlahuismo, ya se puede uno imaginar cómo les va a ir el 6 de junio.
Llegará experiencia con la nueva Legislatura
Sea cuál sea el resultado de la elección para elegir diputados locales, no cabe duda que la próxima Legislatura, la LXVI, tendrá mucha más experiencia y otro nivel. Ya tienen lugar seguros, como plurinominales, Enrique Cambranis Torres, quien repetirá, de los pocos panistas doctrinarios que quedan, exdirigente estatal de su partido, excoordinador de su bancada, exdiputado federal, vocero de la diputación de su bancada en el Congreso federal; Anilú Ingram Vallines, diputada federal y expresidenta de la Mesa Directiva del Congreso local; Marlon Ramírez Marín, dirigente estatal del PRI y exsubsecretario de Gobierno; Héctor Yunes Landa, expresidente de la Jucopo, excandidato a gobernador, exsenador, exvicecoordinador de la bancada priista en San Lázaro y actual diputado federal; y Gonzalo Morgado Huesca, ahora de Podemos, exdirigente estatal del PRI, exdiputado federal y muchos más exs, cargado de toda la experiencia. Si la calidad de los diputados de Morena que lleguen a la nueva legislatura es similar a la de los actuales, aquellos los van a hacer polvo.
¿Qué vendieron vacunas a 400 pesos?
El viernes de la semana pasada, ya corriendo la noche, una amiga mía me llamó por teléfono. Me sorprendió. Pensé que era algo urgente. Para ella sí. Me preguntó si sabía yo quién podría ayudarla a obtener una vacuna para un familiar suyo, que todavía no tenía 60 años ni era maestro. Le dije que no, que eso no era posible y que, según los de Morena, ellos eran incorruptibles.
Entonces me contó. La vecina de su mamá le había pedido prestado dinero y le dijo que le urgía porque tenía que pagar las vacunas que les habían aplicado a toda su familia, a razón de 400 pesos cada una. No me diga que no se puede, me dijo. La sentí hasta molesta. Según, las vacunas eran del lote que el gobierno federal le dio al Gobierno del Estado para su manejo y cuya coordinación para aplicarlas estuvo a cargo del secretario de Educación, Zenyazen Escobar. Si no me lo hubiera dicho ella, bastante cercana a mí, no lo hubiera creído. Pero ya sabemos cómo son las cosas en los gobiernos. Aún lo dudo, pero me lo aseguró. Si ocurrió, ¿de quién fue o de quién es el negocio? Mientras, cientos de maestros hacían largas colas, de horas, esperando su vacuna.
Candidato del PES, todo un personaje
Por línea ética que me he marcado y por respeto a sus personas, a toda costa evito llamar por sus apodos a actores de los que me ocupo, a los que cito, salvo verdaderas excepciones, cuando esos apodos se han naturalizado y no implican ofensa o discriminación alguna.
Lo digo porque creo que si comento que recientemente he estado con José Alberto Pérez Fuentes, tal vez salvo sus amigos de infancia o sus más cercanos que saben bien quién es, la mayoría no, pero si en cambio menciono que me reuní con “Chocolate”, entonces muchos dirán ah, ya sé quién es.
Recién mencioné que con Cinthya Lobato estaba ya completo el cuadro de los candidatos a presidente municipal de Xalapa. Estaba equivocado. Faltaba “Chocolate” (desde los 13 años le empezaron a llamar así en la escuela, y lo toma con naturalidad), quien es el candidato del Partido Encuentro Solidario (PES), un xalapeño nativo del barrio de El Dique, cuando era un barrio bravo y José Alberto uno de sus protagonistas.
Conocido de casi todo mundo (el día que estuvimos resultó que tenemos muchos amigos en común, a los que comenzó a marcar para que supieran que estábamos juntos; que conoce a embajadores que he conocido; que convivió con amigos ya fallecidos con los que también conviví, como Rafael Zárraga Pérez) me sorprendió gratamente su cultura general, su conocimiento de la historia y, sobre todo, el estado espiritual que lo motiva y que lo guía.
Reflexivo, siempre reflexivo, en cada comentario deja un pensamiento con una carga para llevar mejor la vida, ser feliz, sin preocupaciones, pero, sobre todo, sin causar mal a nadie, sorprendente en un hombre que fue escolta de gobernadores y que se tituló de abogado, cursa maestrías y ahora, además de litigar, ha decidido incursionar en política.
Vive en una casa “inteligente”, adaptada para estar en contacto con la tierra, el aire, el agua y el fuego, prácticamente toda de cristal para, me explicó, expulsar las malas vibras, dejar que fluya el aire, y además tiene un templo que alberga elementos de diversas religiones, que me hizo recordar la Capilla de la Paz, del cerro El Guitarrón en Acapulco, mandada a construir por el empresario Carlos Trouyet para que cualquier hombre de cualquier religión del mundo pueda orar ahí sin ningún obstáculo o limitación.
Lógico, me explicó su plan para transformar Xalapa y convertirla en una ciudad “inteligente”, sin descuidar la naturaleza, pero, sobre todo, para traer la paz y la seguridad a sus habitantes. Testigo, el dirigente estatal del PES, diputado Gonzalo Guízar Valladares. La caballada para Xalapa, no cabe duda, está gorda.
Le complican las cosas al candidato Ahued
No tengo ninguna duda que el senador con licencia Ricardo Ahued y candidato a presidente municipal de Morena es un buen hombre, un buen ser humano. He leído que ha dicho que aceptó esa candidatura por convicción. Nadie más que él sabe sus razones.
No dejo de preguntarme si no se equivocó. Él, en declaraciones, no se ha cerrado a ninguna posibilidad e incluso ha dicho que si el voto no lo favoreciera no habría problema, pues regresaría al Senado, lo cual es cierto.
Hago este comentario porque creo que de adentro mismo del gobierno del Estado le ponen obstáculos, según voy sabiendo, como los del sábado pasado cuando se estuvo a punto de que no se registrara su planilla por diferencias en su integración, además de la inconformidad de los radicales de su partido, que dicen ser los auténticos morenistas, con el ingrediente de que ante el electorado le pesa la marca.
Lo que se percibe desde afuera es que mientras que la oposición está más unida, tanto el cuitlahuismo como el morenismo parecen no estar en la misma disposición con el senador cuando se agotan los días para ir a las urnas.
Además, para nadie pasa desapercibido que los candidatos a diputados federales y locales de su partido poco lo ayudarán, que no le allegarán muchos votos porque están atenidos a que él jale sufragios para ellos.
En poco tiempo se verá si, a pesar de todo, sale airoso de la prueba.
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