A poco más de tres semanas de las elecciones Xalapa se ha convertido en el centro de la atención ciudadana por encima de los 211 municipios restantes y las diputaciones locales y federales en disputa el próximo 6 de junio.
Es justamente en la llamada “Joya de la Corona” donde una parte del mundo de la política ha colocado el termómetro de la derrota o victoria de Morena, ya para estas alturas, arrinconado y en total desconcierto.
Un debate, que no fue debate sino una cascada de propuestas y buenos deseos dichos a la carrera, organizado por una empresa noticiosa denominada “Al Calor Político”, que reunió a aspirantes a la alcaldía de Xalapa, que por primera vez conoció la opinión pública, no hizo más que confirmar el quien es quién para la capital.
Arrojó además lo que en modo alguno se ha venido percibiendo sobre la simpatía ciudadana que han despertado dos aspirantes sin mácula de corrupción o etiquetas que los matan.
Cinthya Lobato, en su exposición de motivos -a mil por hora- demostró que trae con que para ganar. Está clara en temas de transparencia, propuestas ciudadanas y un plan del rescate para Xalapa, así como soluciones a problemas como el de la basura, el agua, la vialidad -propone un metro elevado para la ciudad- y el fortalecimiento de la cultura y las bellas artes.
En la otra esquina se coloca Alberto Pérez Fuentes, mejor conocido como Pepe “Chocolate” o el “Choco”, un hombre simple que proviene de la flota de “El Dique”.
Es un hombre sencillo que tiene claro el “Proyecto Barrio”, que no persigue otro objetivo mas que sectorizar, en un marco de transparencia y sin ocurrencias, los 15 problemas mas agudos que vive la atribulada capital en materia de seguridad pública, agua, transporte, el cuidado del medio ambiente y el manejo honesto y transparente de los recursos.
Ha prometido incluso llevar a las instancias revisoras correspondientes las sospechosas cuentas de Hipólito Rodríguez y formar su equipo de trabajo con las propuestas que haga la propia ciudadanía.
La lista disminuye.
Descartado a la vera del camino, a pesar de sus propuestas a gritos, Raúl Arias, por su discurso corto y elitista. Fuera del camino también queda Uriel Flores al estar abrazado a un partido “¨Podemos” de sospechosos orígenes, mientras Irvin Vite -que hasta ahora se supo de su existencia, se presenta por el Partido “Todos por Veracruz” con deshilvanadas propuestas.
Lo mismo sucede con Eduardo Carreón de “Fuerza por México” ¿Quién es ese? Pero, el peor fue Antonio Frutis del “Partido Cardenista” quien nunca supo donde estaba parado y su mejor propuesta fue prometer cambiar las paradas de los autobuses; este amigo terminó disculpándose ya que “me puse muy nervioso”.
Mientras Itzel Jurado, del Partido Redes Sociales Progresistas, demostró fuerza, empaque, argumento y una magnifica presencia, pero su partido -que es de Elba Esther Gordillo- la aniquila.
El de ayer por la tarde fue un debate en donde se hicieron presentes los desaires de David Velasco Chedraui y de Ricardo Ahued, aun no repuesto del resbalón el día del aguacero que perversamente filtraron sus propios equiperos.
Ambos desdeñaron participar acaso por razones de rango, tal vez por motivos de agenda. Lo más seguro, sin embargo, es que les hicieron creer que su imagen se iba a atomizar ante tanto aspirante o que iban a ser el centro de ataques.
Al final del día, lo único que lograron fue la reprobación de una parte de la opinión pública anhelante de que en tan breve periodo pueda escuchar propuestas y decidir por el mejor.
Y es que a estar alturas ningún foro, por modesto que sea, debe ser desdeñado ya que cada tribuna se traduce en votos.
Ya mismo queda claro que en Xalapa no hay voto corporativo, ni que la operación electoral el mismo 6 de junio amarrará y llevará a Morena a la victoria o que las triquiñuelas de los mafiosos que rodean a David Velasco tienen el voto comprado.
Xalapa tiene una poderosa clase media que es la que participa y decide y que ahora en el escenario cuenta con dos elementos que saltan en la puja en favor de Cinthya y el Chocolate, las mujeres y los jóvenes de los barrios.
Las mujeres traen el 52 por ciento de la votación, una votación que habrá de inclinar el voto en favor de tan activa dama, mientras que los chavos, la flota, los desposeídos, los que se sienten representados por uno de su misma clase que habrán de apostarle por quien habrá de dirigir los destinos de la ciudad los siguientes cuatro años.
¿Que la moneda está en el aire?
Puede ser que sí, pero lo seguro es que después de ayer la lista de aspirantes se estrecha. Cada vez son menos y cada vez una o uno brilla más, eso se verá el 6 de junio.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo
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