No se acaba de entender que si alguien está de plácemes es precisamente Ricardo Ahued al ser colocado por sus defenestradores en el centro del debate.
Los que lo atacan no alcanzan a dimensionar el desmesurado crecimiento político electoral que está logrando al ser objeto de ataques personales, descalificaciones, acusaciones sin sustento, burlas y mofas de sus opositores y campañas y campañitas de cierta prensa en su contra.
Que si no quiere debatir en encuentros oficiosos con los diez aspirantes en puja, a madrearlo; que si se cayó el día del aguacero y se jodió la columna, a emprender una casada de burletas; que si fue un ratero cuando estuvo en aduanas, a publicarle; que si cuando fue alcalde no cumplió, aunque sea mentira, a zumbarle; que si es apoyado por Carlos García Méndez, hoy supuestamente morenista, la peor ofensa.
No hay chile que embone a sus adversarios en tratándose de atajar a como dé lugar a quien a mil por hora va en pos de la meta.
Lo que es un hecho es que, a unos días de la elección, la ciudadanía ya tiene en perspectiva por donde va la terna y quienes se han ido quedando en el camino, sea porque el partido que los postula es pésimo, como son los casos de Uriel Flores de “Podemos” o Raúl Arias de “Movimiento Ciudadano”, o porque no se cumplieron los requisitos de género, como sucedió en días pasado con el partido “Fuerza por México”, cuando el OPLE dispuso la cancelación de 19 candidaturas a alcaldías que eran encabezadas por varones sin respetar el género, entre ellas el de Xalapa.
Asimismo, hoy queda más que claro a una parte de la ciudadanía que quien no está en sus mejores momentos es el de la Alianza “¡Veracruz Va!, el aguado de David Velasco.
El abanderado del PAN-PRD-PRI es un verdadero huevonazo, quien espera ganar confiado en su galanura que hace unos años se alejó de su persona y de su equipo que son una caterva de delincuentes y damas de dudosa reputación que lo traen embobado.
Tampoco que los verdaderos peligros para Ahued son sus críticos o los que tanta publicidad negativa le hacen -al fin y al cabo la propaganda negra hace el efecto boomerang-, sino los aspirantes por “Unidad Ciudadana”, Cinthya Lobato y el candidato del PES, Pepe “Chocolate”.
A la sordina ahí va pan pianito. Su andar ha concitado simpatía y compromiso de voto.
Por lo pronto, la lucha se aproxima al último round y las familias de Xalapa se aprestan a salir a expresarse el próximo 6 de junio.
Los nuestros son tiempos de reflexión. Son tiempos de cambio.
Tiempo al tiempo.
*El autor es Premio Nacional de Periodismo
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