Hay más: el pasado lunes quince de febrero murieron asesinadas en Cosoleacaque Gladys Merlín Castro y su hija Carla Enríquez Merlín.
Aunque al parecer el motivo del crimen habría sido un robo millonario, el hecho estuvo siempre politizado dada la naturaleza de personajes públicos de las víctimas: hijas, nieta, sobrinas de políticos y ambas poseedoras de sendas carreras en los laberintos del poder local, regional, estatal y federal.
La tragedia escaló el ámbito nacional en cuestión de minutos.
Hubo un manejo polémico por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez quien, presuroso y mal asesorado por su jefe de prensa -el joven Iván Joseph Luna- o por el Secretario de Gobierno -Erick Patrocinio Cisneros Burgos- o por aquel o aquella que hayan puesto en la boca del jefe del ejecutivo la acusación contra caciques de Cosoleacaque como presuntos responsables intelectuales del doble asesinato, lanzó un peligroso bumerang discursivo.
Los de febrero del 2021 eran momentos preelectorales y todo acto o declaración de Cuitláhuac García Jiménez en automático era matizado por un contexto político-electoral, en un sentido o en otro, a favor o en contra de su causa morenista.
No entenderlo fue producto de irresponsabilidad política, ingenuidad institucional o ambas cosas.
En Cosoleacaque hubo una lucha histórica de cacicazgos durante los años ochenta entre el papá de Gladys Merlín Castro: el señor Heliodoro Merlín Alor y su contraparte en la pugna por el poder: Cirilo Vázquez Lagunes (+).
Detrás de Heliodoro Merlín Alor estuvo el cacicazgo -hasta su muerte a fines de la década de los sesentas- de Amadeo González Caballero, nativo de Hueyapan de Ocampo y representante personal -desde Las Choapas hasta Alvarado- del ex presidente Miguel Alemán Valdez.
A diferencia de la familia Merlín que gobernó Cosoleacaque y asumió la representación legislativa de esta cabecera distrital vía hermanos, sobrinos amén de obtener cargos públicos para nietos, la familia Vázquez Lagunes nunca pudo pisar el palacio municipal en la tierra de los cojolites.
A cambio de ello, Cirilo Vázquez Lagunes penetró en su andar político las comunidades rurales de la sierra de Soteapan y del propio Cosoleacaque.
Con los años, ya entrado el siglo XXI dicho trabajo permitió la llegada al poder municipal de Cirilo y Ponciano Vázquez Parissi, hijos de Cirilo: alternadamente alcaldes y legisladores federal y local por un período de doce años a prolongarse cuatro más pues el segundo de ellos volvió a ganar la alcaldía en las urnas el pasado seis de junio.
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“En Cosoleacaque los cacicazgos están muy claros y el pueblo la sabe, si alguien pretende que haciendo estos homicidios va a desviar esto, se va a topar con pared… No vamos a permitir que cacicazgos políticos que fueron solapados y auspiciados por el régimen anterior se mantengan…”
Tales fueron las palabras del gobernador Cuitláhuac García Jiménez aquel fatídico lunes 15 de febrero, a unas horas del doble asesinato en el domicilio de la familia Enríquez Merlín sobre la calle Correos de Cosoleacaque.
La acusación fue contra los hermanos Cirilo Vázquez Parissi, alcalde en funciones y Ponciano Vázquez Parissi, a la sazón precandidato del PRI a edil y hoy alcalde electo para el período 2022-2025.
El 24 de agosto, es decir un mes y cuatro días atrás, fueron detenidos en Macuspana, Tabasco, los presuntos autores materiales del doble asesinato referido.
Se identifican como Marco Antonio “N” y Marco de Jesús “N”.
Se les trasladó a Veracruz y en días pasados se les trasladó a un penal en Tapachula, Chiapas.
Luego de la reconstrucción de hechos el pasado once de septiembre el Secretario de Gobierno Erick Patrocinio Cisneros Burgos declaró: “Les recuerdo uno de los que fue muy sonado, la familia Merlín, están detenidos todos los autores materiales, y en proceso los intelectuales». (Fuente: AlorNoticias).
Hasta hoy no hay continuidad a lo declarado con ímpetu por Cuitláhuac García Jiménez el 15 de febrero en contra de quienes califica como caciques en Cosoleacaque.
Este martes García Jiménez encabezó la mesa de seguridad en tierra de las familias Merlín Alor, Enríquez Merlín y Vázquez Parissi.
Acompañó al jefe del ejecutivo la fiscal Verónica Hernández Giadans.
¿Hay órdenes de aprehensión contra Cirilo o Ponciano Vázquez Parissi?
De no ser así, la famosa afirmación del gobernador veracruzano en torno a un doble asesinato de profundo alcance político -aunque la causa no haya sido necesariamente la lucha por el poder- cuyo sello ha marcado y marcará su sexenio, habrá sobrepasado los límites de un simple gazapo verbal; muy común en nuestro jefe de gobierno.
Emigdio Enríquez Merlín hizo guardia fuera del sitio donde se llevó a cabo la mesa de seguridad en Cosoleacaque.
El gobernador no lo atendió y la fiscal Verónica Hernández Giadans tampoco.
El joven Enríquez Merlín narró a reporteros su reclamo a las autoridades para que le sean devueltos bienes tomados de la casa donde fallecieron su madre y su hermana.
Se trata de dinero en efectivo, joyas, pero particularmente objetos de valor sentimental como los anillos de bodas de sus padres.
Amén de tal petición Emigdio Enríquez Merlín -como todos los veracruzanos- exige justicia.
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Valdrían la pena lecturas a fondo sobre teorías del discurso por parte del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y su equipo de asesores.
Cito: “el discurso no es igual a un conjunto de enunciados ni tampoco es un compendio de párrafos. El discurso es un suceso de comunicación verbal, lo cual nos hace alejarnos de la referencia de discurso como un conglomerado. Un discurso puede ser, incluso, una frase corta, una palabra, o el silencio.” (Teoría y análisis del discurso. UNAM) (1)
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Un político profesional está obligado a manejar elementos de la teoría del discurso.
De otro modo se arriesga -y arriesga a sus congéneres- al grave ejercicio de hablar por hablar o guardar silencio como resultado de no saber o no tener qué decir…
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