“Les pido con todo respeto se refieran a mí por el pronombre de ‘diputade’ si se refieren a la parte legislativa; y ‘elle’, si se refieren a nivel personal”. Así, en el andador de las entrevistas de la calle Enríquez, en Xalapa, Gonzalo Durán Chiconya, número uno en la lista de Pluris por parte de Morena para ser diputado en la próxima Legislatura local, hacía esa petición.

Se la ponemos más fácil: ¿Por qué no mejor llamarlo Gonzale? 

Gonzale debería de preocuparse por otros asuntos de relevancia para los veracruzanos que por sus títulos político-nobiliarios o pronombres extraordinarios, y aprovechar la oportunidad que le da su partido tanto de representarlo como a la vez de representar a los veracruzanos y al sector que dice abanderar: Lgbtiq+ (lesbiana, gay, bisexual, transgénero, transexual, travesti,intersexual y queer y para no excluir a nadie, el símbolo de Más por los que faltaron, los que se acumulen y los que surjan, que para eso es la pluralidad).

Esperemos que cuando llegue al Palacio de Encanto tenga una visión más clara de su labor y deje de preocuparse por cómo le llamen, porque con esas actitudes y otras peores, es que los legisladores no pueden evitar que se les llame de muchos modos, siendo las más suaves levantadedos o culiparlantes… 

Uno podría hasta pensar que Morena ha de estar preocupado con estas actitudes de sus próximos legisladores que lejos de abonar a la Cuarta Transformación, le meten pero otro tipo de abono. Pero, ¿por qué entonces pareciera que no les preocupa en nada? Por una simple razón: tienen un Pejedente que es líder de un gran sector de la población al que se le sigue, dijera Ricardo Chúa, con Fe Ciega, sin dudar, sin objetar…

Póngalo así: ¿cómo estamos en economía, desde su perspectiva?, de seguro que su respuesta es Mal; ¿cómo estamos en el manejo de la pandemia, desde su perspectiva?, podría jurar que la misma respuesta; ¿cómo estamos en seguridad, desde su perspectiva?, lo sé… ¿cómo estamos en el manejo de los migrantes?, ya sé…

Bueno, teniendo las respuestas similares a estas cuestiones simples, ¿dígame entonces cómo es que cada vez que se hace una consulta sobre el Pejedente, sus niveles de aprobación superan el 50 por ciento o rayen el 60?

Le guste o no, el Peje es aún cabeza de manada de un alto contingente mexicano al que no le importa si se comporta o no como Presidente y siga pareciendo más candidato. Y ojo, porque su dominio creció en estas pasadas elecciones.

Si esto le parece poco, voltee a ver a la Oposición… los partidos políticos, bien lo dijo Gustavo Madero Muñoz, tienen dueño y cada vez están lejos de los ciudadanos. Las pugnas al interior del partido que parecería iba a dar batalla electoral a Morena, van allanando el camino para que este 2024, sigamos disfrutando de las chocoaventuras de los morenos con sus ocurrencias, como ésa de Gonzale, de pedir que lo llamen de un modo u otro… aunque no se necesita ser Diputado para que haya un mejor calificativo que “Elle” o “Diputade”... ¿está pensando en lo mismo que yo? Si es así, mejor lo dejamos como atinadamente lo puso Armando Ortiz: Diputade-te! Hemos de suponer que la Te es de Trans…formación.

smcainito@gmail.com