Es evidente que para Ricardo Monreal y Dante Delgado, la actuación de la Fiscalía General del Estado tiene tintes de revanchismo político… el asunto es que no son los únicos… esa misma percepción la tienen también el panismo y el perredismo.
Hay que preocuparse cuando la percepción de los partidos de oposición (PAN, PRD y si me apuran, el PRI, así como el Movimiento Ciudadano) es que la Fiscalía tiende más a un Procurar un Ajuste de Cuentas que a una Procuración de Justicia… peor tantito: Morena igual tiende a creer eso…
En Política, las coincidencias no existen y de eso puede hablar a la perfección un Gonzalo Vicencio, así como su esposa Guadalupe Argüelles… ¡vamos! ¡hasta su hijo! Efrén, saben lo que es aquello de que cuando la perra es brava…
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O qué decir del diputaco Erik Iván Aguilar López, quien pagó caro el precio de disentir, de rebelarse, y acabó desaforado…
En el PVEM las cosas tampoco son así como quien dice, miel sobre hojuelas… pero exhibir a la alcaldesa electa Lissette Álvarez con vínculos en el crimen organizado como el mismo Cuitláhuac García lo expuso, es utilizar la información de las mismas autoridades con las que presume sentarse cada mañana para darle un uso político… o dijeran Dante Delgado y Ricardo Monreal: Abuso Político… abuso del Poder.
Se insiste: en política, las coincidencias no existen.
Pongamos el caso de Tito Delfín Cano. Se habla de una denuncia fincada en el 2017 por Marcela Aguilera Landeta, hoy fiscal de Investigaciones Ministeriales de la FGE… creo que nadie puede molestarse, porque si hay una denuncia, se actúe conforme a derecho; el “sospechosismo0” se puede concentrar en que, habiendo pasado casi tres años, la FGE actúa justamente cuando Tito es candidato a la dirigencia del PAN y es apoyado por los Yunes. Siendo un mal pensado que casi no se nos da en nuestra naturaleza humana, se podría ver ese expediente como una carta bajo la manga, en espera de sacarla en el momento preciso, en el instante justo, bajo el argumento de que la Justicia puede tardar, pero llega… aunque dé lugar al “sospechosismo” que lleva a pensar a Dante Delgado y Ricardo Monreal en el abuso del poder.
El caso de José Manuel del Río Virgen será un parteaguas sumamente interesante en la vida política de Cuitláhuac García Jiménez porque de un modo u otro, bajo el “sospechosismo” del abuso del poder, del revanchismo político, de la represión política, abre un nuevo frente de batalla, no contra la oposición, porque eso sería de lo más normal, sino contra su propio partido, Morena… o aún más grave: contra un poder, el Senado, y aunque pareciera enfocado a quienes ocupan un escaño de su partido, ¡ojo! porque hay oportunidad para que un PAN y un PRI unieran fuerzas a Monreal y Dante Delgado contra un Gobernador que atenta contra uno de su equipo, contra uno de los hombres más poderosos en el Senado, como es el secretario técnico de la Jucopo… sólo imaginen el tamaño del lío para que Olga Sánchez Cordero abogue por Del Río Virgen; sólo imaginen que salgan todos los Senadores de Morena a exigirle a García Jiménez que dentro de las investigaciones y el proceso penal que se desahogue para deslindar responsabilidades y esclarecer los hechos, se garantice el debido proceso y la presunción de inocencia de José Manuel del Río Virgen.
Digo, nadie se pelea con que haya procuración de Justicia, pero cuando ésta más bien parece que busca procurar un Ajuste de Cuentas, da lugar al sospechosismo del que Monreal y Dante hablan: abuso del poder en aras de revanchismos políticos.
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