Ahued Bardahuil requirió de solo un par de acciones para marcar sana y clara distancia con la administración que pretendía hacer florecer a Xalapa, y que terminó por marchitarla.
La primera, realizar obras desde el primer minuto de su gestión, tirando concreto hidráulico con el apoyo de la sociedad civil organizada y empresarios de una simbólica calle en la Colonia Revolución.
La segunda, clausurar el “túnel de la ignominia” que el mismo Rodríguez Herrero juró clausurar al arranque de su gobierno, y que terminó por emplear, sabedor de su falta de empatía con la sociedad a la que se le debía.
Así en Xalapa, las cosas comienzan a ser diferentes.
En Boca del Río, la actual administración municipal que encabeza Juan Manuel de Unanue Abascal, dieron ejemplo de disciplina y forma de hacer las cosas, pues desde el primer minuto del mes, atendieron y realizaron acciones de desalojo sobre los trasnochados que esperaron el amanecer en las playas de la zona conurbada.
De igual forma, comenzó con la atención en el inicio del cobro del impuesto predial, e hizo la invitación a todas las personas para que aprovechen los descuentos y facilidades en el pago, dando un trato directo a los ciudadanos, cosa distinta al actuar de su antecesor el señor Morelli, quien lo que menos busco fue tener contacto con los boqueños.
En Poza Rica, Fernando Remes Garza comenzó también el año, marcando distancia de la anterior administración, presentando su propuesta para elevar la demanda turística, la seguridad, el bienestar social y la generación de una economía circular en el municipio y su zona metropolitana.
Remes Garza, mencionó que su gestión mantendrá la apertura y transparencia del Gobierno Municipal a la ciudadanía y señaló que supervisará los bolsillos de sus funcionarios, a manera de tenerlos vigilados tras la cajita de cristal.
Y bueno, ni hablar del actuar de algunos diputados locales que preferentemente emplearon sus días de festejos decembrinos para mantener el contacto permanente con la población que representan.
El más claro ejemplo de ello, lo ha impuesto el mismo presidente de la Jucopo, Juan Javier Gómez Cazarín quien, disfrazado de Santa Claus, o en indumentaria de faena, recorre las comunidades del Estado, llevando un mensaje y porque no hasta un pequeño detalle de esperanza.
Gestos como la donación masiva de zapatos y juguetes a pequeños de localidades de Xico y Hueyapan de Ocampo, son la confirmación de que las cosas se pueden siempre hacer mejor.
A todas las lectoras y los lectores de este espacio, este su amable servidor les desea un Feliz 2022.
Al tiempo.
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