De ahí a la fecha, amparos tras amparos le han sido negados al exfuncionario y se le han obsequiado en cambio acumulativas sentencias que hasta enero del 2021 sumaban 4 mil 227 millones de pesos que, obligadamente, tendrá que reintegrar a la Federación como indemnización.
Sin embargo, a la fecha ese monto fatal para Carlos Aguirre Morales se ha incrementado hasta los 5 mil 287 millones 322 mil 728 pesos, luego de la nueva condena que le aplicó el Pleno de la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa (TFJA) de pagar mil 60 millones 138 mil 204 pesos que, le comprobó la Auditoría Superior de la Federación, desvió del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal en el 2014.
El problema para la TESORERÍA DE LA FEDERACIÓN es que nadie cree que Carlos Aguirre Morales pueda reintegrar ese monto de miles de millones de pesos, pues era un secreto a veces en ese entonces eran otros los que se beneficiaban con los desvíos de recursos que se ordenaban desde Palacio.
Difícil la tiene el exsubsecretario de egresos de SEFIPLAN, y la única ventaja que tiene es que hasta el momento continúa prófugo de la justicia y si le quedó algo de eso que ahora le condenan puede continuar escapando o viviendo en alguno de los países con los que México no tiene convenio de extradición.
A Carlos Aguirre Morales parece que le está pasando la del perro más flaco, y todas las pulgas se las están echando encima a él. Mientras tanto, pueden seguir echándole encima cientos o miles de millones de pesos… ¡Total! El problema no es cuánto le achacan, el problema será atraparlo.
Y mientras tanto, los que parece que están jugando y vacilando a la población son los tribunales y las agencias de procuración de justicia, que están dándole y dándole sentencias, pero que siguen sin presentarlo ante las autoridades. ¿A qué se juega en el Tribunal de Justicia Administrativa? ¿A qué juegan en las Fiscalías?
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