Ahora que el Presidente López Obrador estará en Minatitlán, el próximo viernes, para presidir la conmemoración de la expropiación petrolera, habrá sido enterado de los resultados que el gobernador García ha entregado, cuando faltan pocos más de 2 años y medio para el relevo en el estado. 

El trabajo fue evaluado por una casa de estrategas contratada bajo las órdenes de Adán Augusto López. De acuerdo a dicho documento, el mandatario veracruzano se ha dedicado a replicar lo que envían y hacen en la Federación, sin entregar resultados propios, es decir, atribuibles a su liderazgo. 

Además de su cuestionable desempeño como gobernador, al Presidente no le ha parecido “políticamente correcto” el actuar de García con el presidente de la mesa directiva en San Lázaro, Sergio Gutiérrez Luna, pues dicha división puede ser aprovechada por la oposición.

“No es un asunto de filias o fobias, sino de prudencia con un integrante del partido que podría sumar a conservar Veracruz, pero hasta para eso necesitamos conducir al gobernador”, dijo el titular de Segob a un integrante de su equipo cercano. 

“Sea Rocío o Sergio quien abandere la candidatura, la primera autoridad del estado no puede cometer esos yerros de manera pública, la ropa sucia se lava en casa, y ni siquiera esa prudencia es capaz de guardar”, sentenció Adán Augusto López frente al Presidente, de acuerdo con el testimonio de un cercano. 

Según fuentes en Palacio Nacional, si la elección en Veracruz se pierde lo considerarán una herencia de Cuitláhuac García, y si se gana, un acierto de AMLO al salvar, de nuevo, el gran obstáculo que significa su gobernador en el estado. 

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