Pero la catástrofe también es para la elección por la gubernatura de Veracruz en 2024.
En 3 años Cuitláhuac García ya perdió el equivalente a más de 600 mil votos de seguidores del presidente López Obrador, por lo menos.
Y si las tendencias a favor de Cuitláhuac García siguen cayendo, en el 2024, si logra imponer candidata (o candidato si se cae Rocío Nahle en este grupo, por cualquier razón) puede perder la gubernatura, sobre todo si se repite el fenómeno que se acaba de ver en la votación por la reforma eléctrica, de un bloque opositor solido y firme.
Morena y sus aliados ya no tienen mayoría de preferencias en Veracruz y por culpa de Cuitláhuac García el nombre de Andrés Manuel López Obrador está perdiendo peso electoral en la entidad.
Y Cuitláhuac García y Rocío Nahle y su grupo pueden perder la gubernatura de Veracruz porque además tienen números inflados y siguen cayendo.
Porque los votos perdidos pueden ser más, muchos más, de los que ya se reconocen como fugados.
El domingo 10 de abril, durante el ejercicio de revocación de mandato, las imágenes que se dieron por todo el estado eran de casillas vacías, con muy baja participación, pero por obra y gracia de acciones y pases mágicos, resultó que al final Veracruz fue uno de los estados donde hubo una participación más alta en este ejercicio de revocación de mandato.
Fueron 1 millón 476 mil 850 votos los contabilizados a favor de que López Obrador siga como presidente.
¿Cómo ocurrió que se diera esa votación si las casillas estuvieron vacías?.
Pues bien, uno de los fenómenos que se dieron ese domingo, fue que hubo casillas en las que se dieron votaciones de hasta el 101% del listado nominal, además de que se acusó el acarreo descarado, a lo que se suma que en muchas casillas como funcionarios quedaron militantes de Morena y que no hubo vigilancia de los partidos políticos ni de observadores electorales, por lo que pudieron hacer lo que quisieron.
A eso se le debe añadir que hubo un gasto desenfrenado en Veracruz, que se reflejó sobre todo en el distrito de Cosamaloapan, donde el mismo secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos, fue quien lo realizó.
Un ejemplo de una casilla con sobrevotación de 101%, se da en el distrito 1 de Pánuco, en la casilla básica de la sección electoral 2895, donde se podían recibir mil 280 sufragios, pero votaron mil 294 personas.
Votaron hasta los representantes de partido que no asistieron.
Esto significa que en las 10 horas que duró la votación, los 600 minutos que cubren las mismas, cada 28 segundos votó una persona; fue un promedio de 2.15 personas por minuto.
Cualquiera que haya estado en una casilla de votación para sufragar, sabe que ese ritmo es imposible.
Pero el fenómeno se dio. ¿Cómo le hicieron?.
En otras casillas no llegaron a ese porcentaje, pero si a votaciones elevadas, muy altas.
Una de esas probabilidades es que aprovechando la falta de vigilancia se diera un relleno de urnas; vaya, fue tal el abandono por la no participación, que hubo casillas en las que ni siquiera hubo representantes de Morena.
A eso se le debe añadir el acarreo intensivo que se dio en algunas zonas, tanto que había hasta “sitios” de taxis donde los vehículos esperaban a los votantes, muchos de los cuales tenían el letrero de “vehículo de apoyo a la democracia”.
En algunos lugares habitantes de localidades rurales aprovecharon esos taxis para ir a realizar compras a las zonas urbanas y para regresar a las mismas. Total, nada les costaba, sobre todo si fueron de los afortunados a los que les tocó un “apoyo económico”.
A esto se le debe sumar el gran gasto en propaganda que realizó el primo de Cuitláhuac García, el subsecretario de Finanzas, Eleazar Guerrero, vía el grupo “Unidos Todos”, el cual colocó espectaculares en todo el estado y en medallones de taxis y autobuses de transporte urbano.
¿De dónde sacó Eleazar Guerrero tanto dinero?, ¿de la Sefiplan?; ¿lo habrá obtenido con aprobación de su primo el gobernador?.
Así pues, los 1 millón 476 mil 850 votos a favor de que permanezca López Obrador que tan ufanamente presumió Cuitláhuac García, no fueron tantos, si no que es una cantidad inflada, tal vez muy inflada.
¿Cuántos votos habría que descontarle?, ¿cien mil?, ¿200 mil?, ¿500 mil?, ¿tal vez un millón?.
Los que sean, esa cantidad de 1 millón 476 mil 850 es un número inflado.
Y por lo tanto, irreal.
Y PUEDE PERDER LA GUBERNATURA DE VERACRUZ EN 2024
Aún así, esa cantidad significa que Cuitláhuac García ya perdió el equivalente a 618 mil 238 votos de López Obrador, por lo menos y que con esa tendencia en bajada lo más seguro es que junto con su grupo, perderán la elección para la gubernatura, si les dejan poner la candidata a gobernador.
En el 2018 había una Lista nominal en Veracruz de 4,996,189 y con esa cantidad de votantes López Obrador obtuvo 1 millón 774 mil 915 votos; de entrada ya es una cantidad superior a los 1 millón 476 mil 850 votos que Cuitláhuac presumió en Veracruz con la revocación de mandato, con todo y lo inflado de la cifra.
La votación de López Obrador significó el 35.52% de la lista nominal del 2018.
Esos eran los simpatizantes del presidente cuando ganó la elección aquí, en Veracruz.
En este 2022 para la revocación de mandatos la lista nominal fue de 5 millones 897 mil 441 personas, en posibilidad de votar.
Si el porcentaje del 2018 de votación a favor de AMLO se hubiera mantenido, la votación para López Obrador hubiera sido de 2 millones 95 mil 88 votos.
Pero los números de Cuitláhuac García, aún con todo y lo inflado, quedaron lejos, muy lejos de ese que debería de haber sido el mínimo a lograr.
Le hicieron falta 618 mil 238 votos.
Ese es el tamaño mínimo del capital político en favor de López Obrador que Cuitláhuac García ya perdió.
Esa es la razón por la que AMLO no le quiere dejar la sucesión en Veracruz a Cuitláhuac García. |