El propio exgobernador Dante Delgado salió del Penal de Pacho Viejo, fundó un partido político y ha sido senador en dos ocasiones.
Por ello a nadie debe extrañar si luego de su espectacular liberación, ocurrida la noche del viernes pasado, José Manuel del Río Virgen regresa al cargo de secretario técnico de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República y, en el 2024, es el candidato a la gubernatura de Veracruz por Movimiento Ciudadano.
Y tal vez hasta obtendría el respaldo de otros partidos políticos, ¿por qué no?
Lo acusaron de asesinato, no pudieron comprobarle nada y fue absuelto. ¿Cuántos inocentes más habrá en las cárceles? Personas imposibilitadas de defenderse por falta de recursos económicos, por ignorancia o por caprichos y venganzas de funcionarios públicos poderosos.
Ojalá José Manuel del Río Virgen se anime y demande al gobierno del estado por daño moral y demás delitos resultantes.
Se establecería un precedente para presentes y futuros casos de abusos de autoridad.
Sin deberla ni temerla, lo mantuvieron seis meses en prisión.
De las profundidades de la CuatroTé vuelven a surgir voces temerosas de que el próximo gobierno venga con la espada desenvainada y desate una implacable persecución contra servidores públicos salientes atiborrando los reclusorios de culpables e inocentes.
Caerían parejo de distintos niveles convirtiéndose en imputados los justicieros de hoy. Esto ha sucedido en anteriores épocas… y esta vez sería en mayor escala.
Para conjurar –o por lo menos paliar— este eventual escenario, Morena necesita ganar la presidencia y obtener mayoría en las cámaras de diputados y senadores.
Y ya ni se diga en el estado de Veracruz. Miguel Ángel Yunes Linares incidió en el enjuiciamiento del exgobernador Javier Duarte de Ochoa, condujo a prisión al también exmandatario Flavino Ríos Alvarado, al exfiscal estatal y a numerosos duartistas. En el actual gobierno estatal han sido imputados varios yunistas, incluido quien fuera el fiscal general.
Podría repetirse la historia y los penales serían insuficientes. ¡Aguas!
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