Comentarios de que “Ya se lo habíamos dicho” me repitieron en varias ocasiones la tarde del martes tras su detención… igual en su momento, yo lo pensé, ¿pero quién jijos soy para tratar de detener una pinche ola con la mente de un Tsunami? Así que optaba mejor por escucharla, leerla, verla cómo se encabronaba porque tal funcionario no le cumplía los acuerdos y aunque es seguro que sabía que ello a veces es parte de los riesgos que implica tratar con políticos, ella siempre apostaba a que hubiera respeto a la palabra acordada.
Para muchos, la detención de Arely Hernández Alvarado está atascada de justicia… para otros, de prepotencia por parte de las autoridades de Seguridad Pública… para unos más, justificada en un par de patines que soltó Arely así como algunas mordidas… para mí, es simplemente la circunstancia que le tocó vivir… ¿por qué? muy sencillo…
¿Cuántas veces nos tocó ver en la Plaza Lerdo, en la SEV, en cualquier punto de calles o carreteras, personas en demanda de justicia o de otra cosa?
Sí, y nos hemos quejado de que afectan a terceros y mentamos madres por ello…
El asunto es que para algunas personas, las que sí abogan por justicia, el tener que llegar a bloquear algunas de estas vías citadas es porque agotaron las instancias y las autoridades, les agotaron la paciencia…
Recordemos al mismo Cuitláhuac García Jiménez… o al mismo Zenyazen Escobar… la manifestación de sus ideas en las mismas condiciones que las expuso Arely Hernández Alvarado, hasta donde se sepa, nunca los puso en la cárcel… ¿por qué? Diferentes circunstancias… diferentes formas de hacer política por parte de las autoridades… Conste, no digo que ahora se haya actuado bien o mal, simplemente las autoridades actuaron y las circunstancias, a diferencia a las que tuvo en su momento el ciudadano Cuitláhuac, no le favorecieron ahora a Arely…
Tampoco defiendo a Arely Hernández Alvarado… si algo me ha enseñado el contar con su amistad, es que no requiere de nadie que la defienda… ella sola con sus uñas (patadas y mordidas) le sobra para hacerlo…
Espero pronto verla… quedó pendiente una comida… una salsa martajada… o unos chiles rellenos como los que preparan en esa calle, la de Camino a las Parcelas, donde un domingo la vi sudando la gota gorda jalando la carretilla, cogiendo la pala, acomodando la piedra… |