La termoeléctrica trabaja con combustóleo que es llevado a la empresa de la Comisión Federal de Electricidad por barcos que amarran a pocos kilómetros de las playas de Tuxpan, contaminando todo su trayecto hasta la termoeléctrica. Las maniobras realizadas a plena luz del día, se realizan sin precaución regando el combustóleo que depositan en las boyas donde descargan los barcos, y se esparce en la playa, y las lagunas.
Por otra parte, el sistema de enfriamiento de la termoeléctrica se realiza con agua de mar, que llega por un conducto a la planta y sale por otro lado al mar, directamente a la playa, en el dragado con aguas tóxicas, contaminando esa parte del litoral
Los responsables de dicha termoeléctrica, Ing. Juan Pablo Esquivadas del Riego Superintendente General, quien pertenece todavía al grupo del sexenio anterior y ha permanecido agazapado hasta ahora. Hay otros responsables de este atentado a la vida de los tuxpeños como es el caso del Arq. Simón Rico Cuevas, mano derecha del superintendente, así como el Ing. Luis Javier Lara Campos, encargado del departamento ambiental de la CFE de la termoeléctrica.
Ninguno de ellos es capaz de escuchar a la gente de los alrededores de y se limitan a realizar su trabajo irresponsablemente. En un gobierno donde todo servidor público debe escuchar y atender las necesidades de la población en ese lugar pareciera que están sordos y ciegos ante la amenaza de la salud de los habitantes. Los tuxpeños aseguran que no existen para las autoridades ambientales.
Recientemente se pavimentó un camino, por parte de la secretaria de Energía y las autoridades municipales, que era una necesidad producto del rezago de las autoridades, y, a los pocos meses de construida, ya tiene hoyos, algunos de ellos más grandes que los que había antes. Las aguas están contaminadas por los químicos que contiene el combustóleo sumados a los que emite la termoeléctrica que afecta no solo a la playa de Tuxpan, sino a la Barra de Galindo y a los alrededores de la laguna de Tampamachoco y parte de la laguna de Tamiahua, sus habitantes y pescadores de la región, quienes están en extinción, porque los peces yacen muertos en las orillas de la laguna, terminando con una manera honesta de vivir y una tradición familiar que les define y echa raíces. Esto crea un círculo vicioso de migración compensaciones que exigen los afectados y nunca les cumplen.
Antes de la llegada de la termoeléctrica los pescadores sacaban aproximadamente 150 kilos de pescado diariamente, ahora sólo completan el 10 por ciento de esa cantidad. Habrá que hacer algo.
Una de las virtudes turísticas naturales de Tuxpan es que cuenta con río, playa y laguna: es decir, sobra el agua, pero si esa agua está contaminada se convierte en una prisión liquida de químicos contaminantes que acaban con la vida y la salud de los habitantes y nadie hace nada para solucionar este problema.
La zona es un punto rojo y no sólo por el color del agua de las playas y las orillas de las lagunas sino porque es un foco de alerta que puede revertirse a nivel de salud, pero también en el ámbito político, porque las simpatías, muchas o pocas que pudiera tener el partido en el poder, que pareciera haber comenzado su campaña para la gubernatura del estado, pueden desaparecer.
Los tiempos electorales son aliados de la población porque al ver próximos los comicios los que pretenden candidaturas o reelecciones mueven todo para solucionar problemas como parte del capital político que todavía les queda; sin embargo, el desgaste natural del poder y la indiferencia conjuntados en esa parte del país parecieran carecer de interés por ganar en las urnas cargos de elección popular.
Las autoridades se muestran rebasadas por una problemática con la que no contaban y su visón se limita a los sectores urbanos. Porque en los alrededores de la termoeléctrica, que es responsabilidad de la CFE, a la que no le interesa el suelo que pisa ni la contaminación que provoca, sólo impulsar un proyecto sin medir consecuencias humanas.
La cabeza de todo este proceso productivo que seguramente puede generar riqueza en el futuro, lo sabe la secretaria de Energía, Rocío Nahle, a quien parecen sabotear los dirigentes de la termoeléctrica en su camino hacia la gubernatura.
PEGA Y CORRE
Es de llamar la atención que hay quienes se indignan por los cuestionamientos al INE, pero no dicen nada cuando el clero surge como defensor de ese instituto, a pesar de que sus miembros carecen de derechos políticos en México. ¿Es el regreso de la intromisión de la Iglesia al Estado?
Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes
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