En 1991 la cuenta bancaria de don Andrés López Ramón, registra notable crecimiento debido a depósitos de los “ahorros de toda su vida…”, generados por la administración de la modesta tienda de abarrotes “Casa López”, así lo justificó en su momento el padre del hoy presidente de los Estados Unidos Mexicanos.
Enfrente de la propiedad conocida por el sugestivo nombre de “La Chingada”, se sitúan las instalaciones de la Unión Ganadera Regional de Catazajá, a tres kilómetros del aeropuerto de Palenque.
Los ahorros con los cuales adquiere el rancho, coinciden con la fecha en que Andrés Manuel López Obrador asume la presidencia del comité directivo estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Tabasco, e invade la plancha del zócalo de la Ciudad de México en protesta por presunto fraude electoral.
El periodista Ricardo Alemán, documenta en su columna “Itinerario Político”, que por instrucciones directas del entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, el jefe del Departamento del Distrito Federal (hoy Ciudad de México), Manuel Camacho Solís entrega 9 mil millones de pesos –nueve millones de pesos actuales—a don Andrés Manuel López Obrador, para levantar el plantón del zócalo y regresar, junto con sus huestes tropicales, al paradisiaco Tabasco (La Jornada).
El punto es que al morir el señor Andrés López Ramón, sólo “hereda” el rancho a uno de sus siete hijos: Andrés Manuel López Obrador. ¿Por qué no distribuye la propiedad entre los ocho hermanos? La respuesta es simple, el comprador real era uno y el padre actuó de prestanombres. Más claro, ni el agua purificada.
Sólo para tus ojos . . .
Treinta inundaciones documentadas en la refinería Olmeca, ubicada en el puerto Dos Bocas, municipio de Paraíso, Tabasco.
(DR) Columna 33, 2021, México
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