Lo real, lo que no dice el Gobernador, es que fue a la Ciudad de México para acordar con la corcholata de su predilección acciones para enfrentar la indudable presencia y la penetración popular que ha conseguido el diputado Sergio Gutiérrez Luna en todo Veracruz, y junto con ello el arrastre que le está convidando al Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, en su carrera hacia la candidatura de Morena a la Presidencia de la República en 2024.
De lo que se puede pensar, es muy posible que el entusiasta seguidor le haya convidado a su admirada postulante varias de sus geniales ideas, con las que ha sustentado la maquiavélica estrategia con la que ha sorprendido a los veracruzanos en sus cuatro años de ¿gobierno?
Una, casi obvia, la de montarse -con una absoluta falta de imaginación y de recursos- en el lema de la exitosa campaña que ha traído Gutiérrez Luna: “Que Siga López, Estamos A Gusto”, y salir con su domingo siete de sacar una frase similar: En el Movimiento estamos a gusto con Claudia, o algo así.
La otra, esa ideota de mandar a 300 granaderos a sitiar las oficinas de la alcaldía Cuauhtémoc de Sandra Cuevas, como hicieron los policías cuitlahuistas en Xalapa los primeros días de enero, cuando rodearon el edificio El Olmo para que los magistrados del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa no pudieran regresar a sus oficinas, como había determinado una sentencia de la SCJN.
Se ve que la jefa de Gobierno está tan desesperada por la forma en que va en caída libre su aspiración a ser candidata presidencial, que es capaz de hacerle caso a las ocurrencias del poco agraciado gobernante veracruzano.
Y así ni cómo…
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