Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador arribó a Veracruz, el cuarto estado con el mayor padrón electoral del país.
El mandatario sostuvo ayer al mediodía, en el World Trade Center de Boca del Río, una reunión estrictamente privada con el gobernador Cuitláhuac García y los funcionarios locales de la Secretaría del Bienestar, encabezados por el delegado estatal Manuel Huerta Ladrón de Guevara, y, por supuesto, con el ejército de los llamados Servidores de la Nación que se encargan de empadronar y atender a los cientos de miles de beneficiarios de los programas sociales de la Federación en los 212 municipios de la entidad veracruzana.
El encuentro fue a puerta cerrada y a todos los asistentes se les advirtió que no podrían ingresar con teléfonos celulares. ¿Por qué tanta discrecionalidad? Se deduce que el mandatario mexicano anda aceitando esta maquinaria gubernamental, pues de su eficacia dependerán los buenos resultados electorales para los candidatos de su partido en las sucesiones presidencial y estatal de 2024.
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Esto ya no es mera especulación. El propio Presidente así lo dijo claramente el miércoles 4 de enero de este año en su conferencia matutina de Palacio Nacional, en la que apuntó que cuando se necesita defender a la Cuarta Transformación, siempre cuenta con el apoyo de los más necesitados.
“Ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe de que cuando se necesite defender, en este caso, la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos”, declaró.
El mandatario mexicano apuntó que su Gobierno no cuenta con el apoyo de las clases medias ni altas, pero sí con el de los pobres.
“No así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad, entonces no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política”, afirmó.
Un mes antes, en la mañanera del miércoles 7 de diciembre pasado, el Presidente reiteró también que los pobres son leales, mientras que los potentados no.
“Cuando llegamos nosotros, decimos: esta es una transformación, no es una lucha armada, pero sí es una revolución de las conciencias, y vamos a atender a todos, vamos a escuchar a todos, vamos a respetar a todos, pero se va a dar preferencia a los pobres, que son la mayoría, por humanismo, porque nos conviene a todos y también porque los pobres son leales, los potentados no”, expresó.
Desde que inició este año, López Obrador se ha reunido ya con estas estructuras del gobierno federal en ocho entidades, incluido ahora Veracruz.
El viernes 27 y sábado 28 de enero se reunió con servidores públicos de Michoacán, Ciudad de México, Estado de México, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla que, dijo, “trabajan para hacer justicia”.
A principios de este mes, el 4 y 5 de febrero, estuvo en San Luis Potosí y Guanajuato. Al terminar esa gira, difundió en redes sociales que “la mayoría de los servidores públicos que trabajan cerca de la gente en los Programas para el Bienestar son jóvenes; están llenos de entusiasmo y convicciones. Es una dicha enorme constatar que ya hay relevo generacional”.
El Presidente publicó también que en julio próximo, a un año de las elecciones, “habrá 3 mil sucursales del Banco del Bienestar y este año se dispersarán 600 mil millones de pesos a 25 millones de beneficiarios”, cerca del número de votantes que sufragaron por él en 2018 para llevarlo por fin a la Presidencia de la República.
EL PADRE SUAZO, A LA
PARROQUIA DE PEROTE
El presbítero José Manuel Suazo Reyes, quien estaba a cargo de la parroquia María Auxiliadora en la colonia Progreso Macuiltépetl de esta ciudad capital y se desempeñó a la vez como vocero la Arquidiócesis de Xalapa, recibirá este jueves 16, a la 12:00 horas, el nombramiento como párroco de San Miguel Arcángel en la cabecera municipal de Perote.
Desde principios de este año, el padre Suazo entregó formalmente la Dirección de la Oficina de Comunicación Social a su hermano sacerdote Juan Beristain de los Santos, quien continúa con su labor pastoral en la parroquia de San Antonio de Padua, en la calle de Ignacio de la Llave, de Xalapa.
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