Nada bien cayó al secretario de gobierno el copioso contingente de maestros que mostró su apoyo al titular de educación en el estado, Zenyazen Escobar, durante el desfile del primero de mayo. Y es que como es de conocimiento popular, ambos buscan alcanzar, cuando menos, una senaduría por morena.

Lo que el dueño de la segob quizá no sepa, es que en Palacio Nacional decidieron que, si otorgan la candidatura para gobernador a Rocío Nahle, en automático quedaría descartado Cisneros, al menos para la posición uno en la fórmula rumbo al senado, misma que sería brindada a Escobar García.

Las razones para considerar al secretario de educación como cabeza del combinado morenista hacia la cámara alta radican, (de acuerdo a certeros datos en CDMX), en resultados estadísticos que garantizan mayor votación con él en la boleta, derivado de su cercanía con el magisterio.

Aunado a ello, en la sede morenista nacional decidieron otorgar esa posición a un recomendado (o recomendada) de Cuitláhuac García, quien ya tomó partido por impulsar a su responsable de la educación en el estado hacia el senado.

Además, en el remoto (pero no imposible) caso de que tanto Nahle como Sergio Gutiérrez Luna fueran descartados por la guerra fría que han protagonizado, se abrirían las cartas para otras opciones, donde podría recalar algún integrante del gabinete de García Jiménez, y no precisamente el autor de un libro promocionado por todo el estado de Veracruz.

Veremos qué ocurre.

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