Sin embargo, Ebrard, como político pragmático, en vez de romper con el panista se vio obligado a tender puentes de comunicación institucional con el sucesor de Vicente Fox, pues, para empezar, una de las facultades constitucionales que tenía Calderón como jefe del Ejecutivo federal era la de nombrar al secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México.
La buena relación del ahora canciller obradorista con Calderón llegó a tal punto que según relata un exdiputado federal veracruzano que entonces militaba en el PAN y que colaboró muy cerca de Josefina Vázquez Mota desde la precampaña de la sucesión presidencial de 2012 –el cual se propone escribir un libro sobre aquella experiencia electoral–, que Manuel Camacho Solís, exregente capitalino y exsecretario de Relaciones Exteriores que fue el tutor político de Ebrard, le comentó en esa ocasión que acababa de reunirse con el mandatario panista y que le había comentado con preocupación que veía muy débil a la exsecretaria de Educación Pública, por lo que le dijo que estaba dispuesto a apoyar a Marcelo si éste rompía con López Obrador.
También reveló que a Camacho Solís le habría mostrado hasta un mapa de los 300 distritos electorales del país que serían repartidos entre el PAN y el PRD.
Al final, como quedó registrado en la historia, la candidatura de Ebrard no se concretó y dejó pasar al tabasqueño que fue vencido por el priista Enrique Peña Nieto en su segunda contienda presidencial.
Por supuesto que López Obrador se enteró. ¿Recompensará ahora entonces a su canciller con la candidatura presidencial de Morena por no haberse prestado al perverso juego de Calderón hace 12 años?
Quienes conocen muy bien al líder moral de la 4T pronostican que el destino de Ebrard, si no se alinea con Sheinbaum o con Adán, será el mismo de Porfirio Muñoz Ledo, a quien primero vetó para ser reelecto como diputado federal plurinominal y luego lo hicieron perder en la contienda por la dirigencia nacional de Morena ante Mario Delgado, antiguo aliado de Marcelo del que ahora se ha distanciado.
Y tampoco descartan que finalmente el secretario de Relaciones Exteriores terminará recibiendo también el mismo “encuestazo” con el que bajaron al senador Higinio Martínez de la candidatura a gobernador del Estado de México, y al exsubsecretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Ricardo Mejía Berdeja, también allegado a Ebrard, quien ante la imposición del senador Armando Guadiana rompió con Morena y se postuló por el Partido del Trabajo (PT) para la gubernatura de Coahuila, entidad donde el obradorismo fue arrasado por la alianza PRI-PAN-PRD que se llevó “carro completo”, incluidas todas las diputaciones locales de mayoría relativa.
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