Cuando Porfirio Díaz puso en marcha el mismo tren, en 1907, cumplió con la tarea de trasladar mercancías y a la postre también dio servicio de pasajeros, lo cual se consigna en la memoria histórica del istmo.
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A un siglo y dieciséis años de la inauguración encabezada por Porfirio Diaz, el tren transístmico presenta nuevas condiciones y opera bajo contextos geopolíticos y geoeconómicos ciertamente muy distintos.
Con todo, le mega obra de la 4T planteada al inicio del sexenio como el rescate histórico del sureste de México, está lejos de cumplir tan noble propósito.
A diferencia de 1907, cuando el canal de Panamá aún se hallaba en construcción, dicha vía interoceánica -hoy- funciona al cien por ciento.
Tal como ocurre en Panamá, el corredor interoceánico del istmo de Tehuantepec habrá de incluir zonas económicas especiales, aunque la 4T optó por denominarlas Polos de Desarrollo.
Cuatro de esas zonas económicas especiales o Polos de Desarrollo se ubicarán en Veracruz y una en Oaxaca.
Hay avances al respecto, al contarse con los terrenos -a partir de 300 hectáreas- y haberse hecho las licitaciones para empresas interesadas en instalarse en ellos, desde el pasado veinte de junio.
El pasado lunes, el presidente López Obrador anunció el interés de unas 60 empresas inscritas ante la Secretaría de Economía para colocarse en los cinco polos licitados.
Con mayor precisión la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, ha ubicado en 55 el número de empresas participantes en la oferta federal y estableció noviembre como el mes para anunciar los nombres de las firmas privadas con adjudicación.
Esta noticia es excelente.
En Veracruz, los Polos de Desarrollo se ubican en Coatzacoalcos 1, Coatzacoalcos 2, Texistepec y San Juan Evangelista; mientras el de Oaxaca está adscrito a Salina Cruz.
Se ha ventilado desde siempre -cuando inició el sexenio de AMLO- la existencia de cinco Polos de Desarrollo más; uno estaría en Jáltipan, Veracruz, y cuatro en territorio oaxaqueño.
Sin embargo, sobre esos cinco Polos de Desarrollo no hay licitación y en el caso de Oaxaca los conflictos en la zona zapoteca -donde existen grupos ciudadanos de resistencia contra el corredor interoceánico- no se han frenado.
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En concreto, el presidente habrá de inaugurar la modernización de un tren que retomará su origen para carga y pasaje, aunque bajo condiciones de mayor eficiencia y menos tiempo de traslado entre las poblaciones y puertos que dan vida al istmo de Tehuantepec.
También, antes de finalizar el año conocíamos los nombres de las empresas ganadoras de las licitaciones para los primeros cinco Polos de Desarrollo.
Añadamos a lo anterior los avances en las instalaciones portuarias de Coatzacoalcos y Salina Cruz.
En ambos casos el gobierno de López Obrador ha realizado inversiones importantes para su mejoría.
En Coatzacoalcos se ampliaron 80 metros de muelles por el lado del puerto de Pajaritos, ubicado en la zona de los Complejos Petroquímicos.
En Salina Cruz hay avances en los rompeolas o escolleras, cuya estructura permitirá el arribo de barcos de calado profundo para lograr el manejo de miles de contenedores y trasladarlos por tierra desde el océano pacífico hasta el atlántico o golfo de México.
En ambos puertos se han colocado nuevas grúas para eficientar las cargas y descargas.
Fueron adquiridos dos ferrobuques operados ya entre Coatzacoalcos y Alabama, en Estados Unidos, como parte de la modernización de la comunicación hacia el oeste de Estados Unidos.
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Hay más avances, aunque sin concluir, vía los ferrocarriles hacia Tabasco y Chiapas; así como la refinería de Dos Bocas.
Sin embargo, quedarán pendientes elementos fundamentales para considerar el proyecto del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec como una mega obra aterrizada.
No se ha modernizado la carretera 185 Coatzacoalcos-Salina Cruz, que atraviesa Minatitlán, Cosoleacaque, Acayucan, Sayula de Alemán, Jesús Carranza -del lado de Veracruz- así como Matías Romero, Juchitán, La Ventosa, Ixtepec, Tehuantepec -del lado oaxaqueño-.
Se trata de una carretera que presenta avances -algunos añejos- por tramos…
Nada más.
Por ejemplo: entre Coatzacoalcos y Minatitlán la carretera es de cuatro carriles desde el sexenio de Patricio Chirinos Calero como gobernador de Veracruz.
Entre Minatitlán y Acayucan hay dos kilómetros de bulevar de cuatro carriles impulsados por los gobiernos municipales de los hermanos Ponciano y Cirilo Vázquez.
Entre Jáltipan y Acayucan la vía es de cuatro carriles a lo largo de 18 kilómetros; obra del actual sexenio.
Entre Acayucan y Sayula son nueve kilómetros de cuatro carriles; quehacer de gobiernos anteriores.
Y ya.
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Luego, desde Sayula hasta los límites con Oaxaca, en el municipio de Jesús Carranza, se cuenta con una carretera de doble carril -amplia y con acotamiento- a lo largo de más de 80 kilómetros.
Se está construyendo el libramiento carretero de Sayula de Alemán, lo que evitará que camiones de carga atraviesen la población urbana como ha ocurrido por años.
Ese libramiento no pasa de los cinco kilómetros.
Hacia el lado oaxaqueño la carretera también se habría modernizado al colocar acotamiento, lo que fortalece su condición de dos carriles con más espacio y seguridad, pero hasta ahí…
No hay inversión alguna ni planes para construir o concluir una megacarretera de cuatro carriles -tipo autopista- entre Salina Cruz y Coatzacoalcos, como parte del llamado corredor multimodal del istmo de Tehuantepec.
¿Cuál multimodal si nomás se ha modernizado el tren inaugurado por Porfirio Díaz en 1907?
Alla por Oaxaca ya se construyeron libramientos en Palomares y Matías Romero.
En materia aeroportuaria ni en Canticas, Veracruz, ni en Ixtepec, Oaxaca, hay modernización alguna en los viejos y pequeños aeropuertos.
CONTINUARÁ… |
