Al Programa de Becas de Educación Básica para el Bienestar “Benito Juárez” se le asignaron a su vez 13 mil 262 millones de pesos adicionales. Todo ese dinero tiene un único propósito: comprar conciencias para ganarse el voto de los ciudadanos necesitados –y también de los convenencieros- con todo y el desastre en que el obradorato tiene sumido al país.
Baste ver que a los damnificados en Acapulco no se les asignó un solo peso en el PEF, pues según el gobierno con enviarles despensas y aumentar los montos de sus programas clientelares, basta y sobra.
Pero en realidad, lo que no quieren es distraer recursos de lo único que verdaderamente les importa: la politiquería y la megalomanía de López Obrador, encarnada en sus faraónicas –y hasta la fecha, inservibles- obras insignia. ¡Ah! Y para seguir llenando las alforjas de los militares, la nueva “casta divina” en México. Algo que lamentaremos por muchos años.
En cambio, se concretó parte de lo que fue siempre parte del plan obradorista: debilitar a los organismos y poderes autónomos, en el afán de la restauración autoritaria de la “presidencia imperial”.
Los más de 13 mil millones de pesos que se destinarán a las “becas del bienestar” les fueron recortados al Poder Judicial, al Instituto Nacional Electoral y al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación ¡en año electoral!; al Instituto Nacional de Acceso a la Información y a la Comisión Federal de Competencia Económica. Todos, contrapesos necesarios para evitar la concentración del poder en un solo estrato, y por lo cual si en sus manos hubiese estado, López Obrador los habría ya desaparecido.
Todo el dinero público, el dinero de los mexicanos, el de usted y el mío, será usado para la organizar la elección de Estado más grotesca de la historia. Y no parece haber nada que pueda detener ese retroceso histórico.
Humillación pública a la UV. ¿Y el rector?
El gobierno de Veracruz presentó también su proyecto de presupuesto 2024 para el estado, que asciende a 163 mil millones de pesos, 10 por ciento más de lo que ¿ejerció? este año.
Y el dato que más llama la atención es que la Secretaría de Finanzas –porque el que cobra como gobernador está ocupado con las flores de su jardín- ignoró olímpicamente el reclamo de la Universidad Veracruzana de que se cumpla lo que ordena la Constitución local y se le otorgue el 4 por ciento del presupuesto total del estado, lo que equivaldría a que se le transfirieran unos ocho mil millones de pesos.
En cambio, el presupuesto propuesto para la casa de estudios es de unos mil 500 millones menos de lo que le corresponde constitucionalmente. ¡Ah, pero le van a hacer el “favor”, de asignarle casi 900 millones más que en 2023!
Por cierto, ¿alguien sabe si aún hay rector en la UV?
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