“Estamos seguros de que ellos van a seguir pisoteando la ley electoral, vamos a estar atentos para que, en cada uno de esos agravios, haya denuncia”.
El dirigente estatal del PRI, Adolfo Ramírez Arana, interpuso una denuncia en procedimiento sancionador ordinario ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) en Veracruz, en contra de Cuitláhuac García por su flagrante intromisión en el proceso electoral.
Este miércoles el dirigente priista acudió a la instancia electoral para denunciar al gobernador por una violación directa a los artículos 134 de la Constitución federal y 79, párrafo segundo de la Constitución de Veracruz, al realizar actos que denuestan a militantes del PRI, y por aprovechar su investidura para favorecer a su partido -Morena- con la intención de influir en la ciudadanía hacia la elección del 2024.
Adolfo Ramírez Arana dijo confiar en que el OPLE le dé cauce a su recurso:
“Vamos a estar vigilantes dando el seguimiento adecuado; no será la única denuncia, porque estamos seguros de que ellos van a seguir pisoteando la ley electoral, vamos a estar atentos para que en cada uno de esos agravios haya denuncia”.
El dirigente estatal del PRI dijo que el gobernador tiene miedo “porque sabe que se avecina la sucesión y va a perder la elección (…) por eso el lunes les dedicó diez minutos a nuestros aspirantes y a hablar del PRI, inclusive a pasar en su pantalla videos que no se sabe si son ciertos o no, y lo que se refleja es que a toda costa quiere preservar el gobierno”.
Como ya lo habíamos anticipado en este mismo espacio, la conducta del gobernador de Veracruz (“casualmente” cuando visitaba tierras veracruzanas “su candidata” a la presidencia Claudia Sheinbaum) fue francamente violatoria de las restricciones que todos los servidores públicos tienen en materia electoral y una mala copia de la actitud asumida por su jefe político (el presidente López Obrador) con referencia a lo que marca la ley en la materia.
Adolfo Ramírez le envió un mensaje claro al gobernador: no le van a dejar pasar sus exabruptos y le exigirán el estricto cumplimiento de la ley.
“El llamado de los priistas a Cuitláhuac García es que se ponga a hacer su trabajo, si se mete con un priista se mete con todos; no nos vamos a dejar, lo vamos a señalar siempre, y vamos a hacer las denuncias correspondientes. Ya pasaron cinco años sin resultado alguno”.
Los asesores del gobernador no le explicaron que hay límites que no puede, o no debe rebasar, que frente a lo que dispone la Constitución, la palabra del gobernador carece de validez.
Adolfo Ramírez le dejó claro al gobernador que no debe denostar ni dedicar tiempo de sus prolongados discursos a los aspirantes: “dice que si ya nos pusimos de acuerdo, y a él no le debe importar eso, él que se dedique a gobernar, a dar resultados a los veracruzanos; vamos a vivir una elección de estado, pero no vamos a permitir que pase esto sin hacer los señalamientos correspondientes”.
La actitud del PRI frente al primer agravio directo del gobierno estatal fue la correcta: nada de confrontar a sus aspirantes a debates que no corresponden a su circunstancia política. Si el gobernador pretende encabezar la ofensiva mediática en contra de sus opositores, entonces que se mida a las estructuras formales de los partidos políticos.
Adolfo Ramírez, en su papel, salió a exhibir el protagonismo y la actitud beligerante de un servidor público que tiene entre sus obligaciones garantizar que el proceso electoral que se avecina transcurra en un ambiente de civilidad y respeto al marco jurídico que nos rige.
Ya entrando en materia, el dirigente priista llamó la atención a los medios de comunicación sobre una práctica que es recurrente en la actual administración estatal: obligar a los empleados del gobierno a asistir a eventos de carácter político; le recordó al mandatario estatal que eso lo prohíben la Constitución de la República y la de Veracruz, y le hizo notar que la ciudadanía ya se cansó de ellos ante los nulos resultados en seguridad, en la falta de empleo, de obra pública y por la corrupción: “por ello Morena tiene los días contados y el PRI va a recuperar el gobierno”.
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Epílogo.
¡Apareció Esteban! *** Muchos decían que el dirigente estatal de Morena andaba “perdido”, pero no era así. Este miércoles salió a cumplir una encomienda: responderle al dirigente estatal del PRI, luego de que éste denunció formalmente al gobernador por inmiscuirse en asuntos de carácter electoral que no le competen. *** Pero a Esteban Ramírez Zepeta no le dieron un guión y se vio obligado a caer en lugares comunes, acusar de todo a la oposición, pero sin aportar datos jurídicos que justificaran la violación, por parte del gobernador, de las leyes en materia electoral. *** “No tienen calidad moral, son unos ladrones y sinvergüenzas”, expresó el dirigente de Morena. “A la nueva dirigencia priista que nadie la conoce, se le ocurrió presentar esta denuncia para desviar la atención por la renuncia masiva de militantes a ese partido”. *** Correcto, pero… ¿y el gobernador? ¿Cómo justifica su irrupción en asuntos electorales y contra un partido que -según Ramírez Zepeta- está desintegrado? *** Bien dicen que “el pez por su boca muere”.
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