La confianza en los debates y las encuestas en el actual proceso electoral de 2024, varia en el electorado, dependiendo de su interés y grado de información. Algunos, los menos, pueden confiar plenamente en estos métodos de medición de opinión pública y considerarlos como una fuente válida de información para tomar decisiones electorales. Otros, la mayoría, suelen ser escépticos y cuestionan la objetividad y la precisión de las encuestas y debates, ya que existen diversos factores que pueden influir en los resultados de las encuestas, como el sesgo de la muestra, la formulación de las preguntas y hasta el momento en que estás se realizan. Los debates por su parte, pueden estar influenciados por estrategias políticas y retóricas, lo que puede dificultar la obtención de una visión clara de las propuestas y habilidades de los candidatos. Es importante tener en cuenta que las encuestas y los debates son una herramienta más en el proceso electoral y no deben de ser el único factor a la hora de tomar decisiones. Es recomendable asimismo, complementar la información obtenida de estos métodos con otras fuentes y análisis para tener una visión más completa de los candidatos y sus propuestas. Una referencia clave es la trayectoria de vida del candidato en cuestión. Es decir, sus experiencias, logros, educación, habilidades, liderazgo, valores y principios. Los votantes, cada vez más escépticos, buscan candidatos que tengan historial de compromiso cívico, experiencia en el servicio público, conocimiento sobre los problemas y las necesidades de la comunidad, y una demostración de liderazgo efectivo. Una trayectoria de vida exitosa y respetable puede ayudar a generar confianza y credibilidad en los votantes. La trayectoria de vida de un candidato es importante porque proporciona información sobre quién es la persona y qué ha logrado Esto ayuda al electorado a tomar decisiones más informadas y a seleccionar a aquellos candidatos que son los más adecuados para un puesto o una posición de liderazgo. En el caso de la elección veracruzana, nos encontramos con que la mayoría de las encuestas muestran, a esta alturas de finales de abril, un empate técnico entre Roció Nahle y Pepe Yunes Zorrilla Habría que decir que las múltiples encuestas pagadas por los partidos políticos o por los grupos de seguidores de cada candidato son de dudosa confiabilidad; cada parte pareciera que busca elevar los resultados positivos buscando alentar la “cargada” a favor del que aparece con ventaja Los debates por su parte, resultan más confiables que las encuestas, en la medida en que permiten dar a conocer al electorado la capacidad de respuesta de los candidatos, su argumentación y sobre todo el aplomo o la descomposición que muestren El debate es un instrumento más confiable que las encuestas en tanto muestra el temperamento de los participantes. A la mayoría de la gente no le gusta una personalidad echada para atrás ni titubeante, pero tampoco una personalidad irascible y fuera de control. Dicho todo lo anterior sobre encuestas y debates; habría que concluir que el elemento contundente es la trayectoria de vida del candidato. Una personalidad que no ha sido honestas sino turbia, no va a cambiar de un día pata otro asimismo un prestigio de honestidad y compromiso con la comunidad difícilmente actuará de forma diferente. Con estos elementos, el lector tiene la palabra
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