Roy Campos de Consulta Mitofsky y Rodrigo de las Heras de Demotecnia salieron ayer muy convenientemente y con cara de muy convencidos a decir a los medios en la Ciudad de México, a cinco días de la celebración de las elecciones, que Morena va a retener las seis gubernaturas en las que gobierna y que de las tres restantes en poder de la oposición, puede ganar una o dos.
Es decir que según esos doctos y muy vendidos señores, el domingo próximo va a ser un día de campo electoral para el partido de López Obrador y que la Cuarta Transformación va a seguir su proceso de destrucción del país cuando menos por otros seis años.
Vuelve Morena con la misma cantaleta de siempre y sus operadores políticos con una falta de imaginación rayana en la estolidez. Y así, mientras Rocío Nahle grita que los documentos oficiales que presentó Arturo Castagné en contra de ella son falsos y que el pueblo de Veracruz la adora, en el mundo real la cargada en favor de Pepe Yunes y los candidatos de la alianza opositora es una verdadera estampida. Por acá le defeccionan cuatro diputados locales al fino intelectual hueyapense JJ Gómez Cazarín (“La victoria de Morena es eminente”, dice con su profundo conocimiento del idioma español), por allá se le va a la tía Chío su proveedor de votos en Coatzacoalcos, Marcelo Montiel; por acullá varios funcionarios de Cuitláhuac defeccionan pública o privadamente. La consigna es: Sálvese quien pueda.
Lo dicho, las encuestas no votan.
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