Tampoco hay campañas eficientes para evitar que se propague el mosco aedes aegypti en las ciudades y los pueblos de Dinamarca. Este insecto es que inocula el virus del dengue al picar a personas.
Sí, más o menos lo mismo que ocurre en México, en donde transcurrimos con deficientes planes de vacunación preventiva, pocos y malos tratamientos, falta de espacios en los hospitales para los enfermos crónicos de ese mal viral.
Hay sí, una pequeña diferencia, con nuestros amigos del norte de Europa: “Según los últimos datos de OMS publicados de 2020 las muertes causadas por Dengue en Dinamarca han llegado a 0 (0,00% de todas las muertes). La tasa de mortalidad por edad es de 0,00 por 100,000 de población.”
Y por el contrario, “el crecimiento de esta enfermedad en México ha pasado de 12,670 casos y 53 fallecidos en 2022, a 54,406 y 203 muertos en 2023”, según datos del sistema de salud nacional hechos públicos en febrero de 2024.
Eso quiere decir que el sistema de salud de Dinamarca no tiene ningún programa contra el dengue, simplemente porque allá no se presenta esta enfermedad debido a que su clima es gélido y no sobreviven los moscos aedes aegypti que transmiten la enfermedad.
La broma parece tétrica y fuera de lugar, pero peor es que el Presidente haga el chiste de que nuestro sistema de salud público es igual o mejor que el de Dinamarca, y que además lo repita con sorna, burlándose de los mexicanos que debería proteger debidamente de las enfermedades y de la violencia.
Restan apenas dos meses y días para que entregue la Presidencia y AMLO sigue diciendo con toda cachaza que para septiembre ya tendremos el mejor sistema de salud del mundo. Allá él si no quiere honrar la alta representatividad que le dieron los ciudadanos.
Mientras el Patriarca se ríe en su otoño, muchos enfermos están muriendo por falta de atención.
¿Igual que en Dinamarca?
¡Sí, cómo no!
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