En medio de ellas, completan el elenco dos muñecazos: el gobernador Cuitláhuac García Jiménez y el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez, lógicamente, también en posiciones encontradas.
Miguelito, como le dicen, es la manzana de la discordia. Nahle quiere impedir a toda costa que rinda protesta como senador y adquiera fuero y acusa a la fiscal de haber dejado pasar tres años para integrar una acusación en su contra por presunta alteración de documentos.
Todo indica que está molesta y ya le envió un calambre a Verónica con una iniciativa para quitarle el control de la Fiscalía Anticorrupción, equipararla a la propia Fiscalía y dotarla de autonomía para investigar si es preciso a la propia fiscal. Se advierte, pues, que no la quiere en el cargo.
En respuesta, Hernández Giadáns está atrincherada en el palacio de gobierno, protegida por el gobernador, y ha declarado que ella rindió protesta para estar nueve años en la responsabilidad, como diciéndole a Nahle a mí nadie me va a quitar, como expresando se los digo reporteros para que lo escuches, Rocío.
Los detalles
A través de las redes sociales, el pasado 21 de junio el senador electo Miguel Ángel Yunes Márquez aseguró que llegará al Senado para trabajar a favor de Veracruz.
Soy de los que cree que lo logrará, que sabrá escurrirse (lo que casi ya logró) de lo que él llama una persecución política del gobierno de Veracruz y de la Gobernadora Electa, Rocío Nahle.
“No me acusan de corrupción, de enriquecimiento ilícito, de ocultar bienes, me acusan de haber señalado un domicilio en Veracruz para registrar mi candidatura a alcalde, donde ellos sostienen que no vivo”.
Argumentó problemas de salud para no presentarse a ninguna audiencia de imputación y acusó que se usan las instituciones de justicia del estado para perseguir a los rivales políticos.
Señaló que empleados tanto de la Fiscalía General del Estado como del Tribunal Superior de Justicia trabajan para avanzar en su caso. Dijo que enfrentaría las denuncias con valor y que no serviría como trofeo de Morena.
El presunto delito por el que se le persigue es porque supuestamente presentó una constancia de residencia falsa en el proceso electoral de 2021, pero el tribunal electoral la reconoció como legítima. “Insisten en perseguirme por esta tontería”.
El 12 de julio el juez de control Óscar Luis Lozada Hernández giró orden de aprehensión en su contra, solicitada por la Fiscalía. Denunció que jueces y fiscales locales son unos “lacayos serviles al poder”.
Pero siete días después, el 19 de julio, el juzgado noveno de distrito en materia de amparo, con sede en la Ciudad de México, le otorgó una suspensión provisional que frena temporalmente la ejecución de la orden de aprehensión.
Se les escurre Miguelito; en 34 días tendrá fuero
Así está el marcador hasta ahora, ya casi se acaba julio, en solo 34 días (el 29 de agosto a las 11 de la mañana) se reunirán los nuevos senadores en el salón de sesiones para celebrar la sesión constitutiva de la Cámara, que iniciará sus funciones el 1 de septiembre.
Esa es la cifra mágica, 34 días, para que la fiscal tumbe el amparo, logre la aprehensión de Miguelito e impida que rinda protesta, o tendrá que alistar maletas para irse del cargo, al que se aferra.
De hecho, su suerte quedó sentenciada el pasado 17 de junio cuando Rocío Nahle la criticó porque dijo que ella y su equipo tardaron tres años para investigar el presunto delito del senador electo.
Rocío reprobó que se extendiera tanto al grado de permitir a Yunes postularse en el pasado proceso electoral, y soltó como una pesada loza sobre la fiscal:: “Para mi gusto se tardó la fiscalía”.
Nahle fue más allá: pidió a la fiscalía que informe al Senado sobre la situación legal de Yunes Márquez para que no pueda rendir protesta el 1 de septiembre, sin antes resolver su situación legal.
Y le envió otro aviso a Verónica sobre su permanencia en el cargo: sugirió revisar la duración del mandato del Fiscal General del Estado, actualmente de nueve años, esto es, no está de acuerdo en que su compañera de género esté más tiempo al frente de la fiscalía.
La llegada, pues, de Yunes Márquez al Senado, será el primer revés político y legal que sufra la Gobernadora Electa, aun sin que rinda protesta como gobernador constitucional. Como dicen en el medio deportivo, Miguelito le va a abollar la corona. Rocío buscará con quien desquitarse.
Y Cuitláhuac la defiende
Evidentemente, hay un enfrentamiento entre Rocío Nahle y el gobernador Cuitláhuac García, quien, en cambio, salió en abierta defensa de la fiscal.
El 8 de julio el gobernador recriminó a una reportera que le preguntó sobre el tema. “¿Tú piensas que ella ha sido pasiva? ¿Cómo ves?”, le respondió, aunque también pudo haberse tomado como una respuesta a Rocío.
Con su acostumbrado galimatías, dio una lección de Derecho: “El proceso judicial tiene sus momentos, sus formas, y tenemos que ser cuidadosos en esos momentos y formas, porque recuerden que si no se cuida el debido proceso, eso luego resulta ser un argumento de los presuntos delincuentes para solicitar amparos, y en mi opinión pienso que la fiscalía va cuidando paso a paso el debido proceso, que para algunos es muy rápido, que para algunos es muy lento, pues lamentamos estas dos opiniones, pero es el proceso y se debe dar de esa manera” (?).
La presidenta del Poder Judicial mejor firma su renuncia en forma anticipada
Según publicó ayer mi compañero Víctor Murguía en su columna Contrapunto (alcalorpolitico.com), por iniciativa propia la mayoría de los magistrados del Tribunal Superior de Justicia firmó su renuncia antes de que se las soliciten y para “ganarse la permanencia”.
El columnista atribuye la posible salida de los togados a la aprobación de la reforma al Poder Judicial de la Federación. Se entendería que antes de que los vayan, mejor se van. Es posible que suceda. Aclaró que solo no firmaron su renuncia los magistrados con mayor antigüedad.
Apunta Víctor que quien encabeza la lista de renunciantes es la actual presidenta del Poder Judicial del Estado, Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.
Creo que en el caso hay dos vertientes, la legal y la política. El periodista comenta que quien habría recogido las firmas habría sido un exconsejero de la Judicatura y ahora magistrado, vinculado con el diputado Juan Javier Gómez Cazarín, allegado a la Gobernadora Electa, Rocío Nahle.
Legalmente, eso creo, la salida de los magistrados será un proceso retardado, si finalmente se concreta la reforma al Poder Judicial de la Federación. No es nada más de enchílame estas tres.
Políticamente es otra cosa. La suerte de Aurelia Jiménez depende de lo que decida la Gobernadora Electa, y Víctor Murguía comenta que “se sabe que es mal vista por la próxima gobernadora… Y sería mal vista por los reportes que le han hecho llegar”, por lo que “con reforma o sin reforma se habría ordenado su salida”. Es posible.
Si es cierto que Aurelia ya firmó su renuncia, entonces está actuando con más sentido político que la fiscal Hernández Giadáns.
A Verónica se le olvidó que ella fue propuesta por el gobernador pero que su nombramiento lo aprobó la Legislatura, y que la Legislatura la puede destituir, es decir, en su declaración pudo haber dejado su permanencia en manos del Legislativo, que cuando quiere, o le ordenan, destituye, como destituyó al ahora exfiscal Jorge Winckler, quien, además, fue a parar a Pacho Viejo.
Por lo pronto, la opinión pública ya tiene ahora un pendiente: ver si Verónica se sale con la suya y nadie la mueve, o si la Gobernadora Electa demuestra que de veras “las puede” (es una expresión muy propia de Xalapa) y mueve a su diputación, mayoritaria, para que le dé fondo.
Lo que tenemos enfrente es un pulso entre mujeres. Usted, lectora, lector, ¿a quién le va? |