A ver lector, vamos explicando las cosas por si no han quedado lo suficientemente claras.  Cuitláhuac García (que es amigo de la señora presidenta, que se la jugó con la señora presidenta, que durante la campaña apoyó con todo a la señora presidenta), jamás estuvo en el radar de Claudia Sheinbaum para ocupar un puesto de primer nivel en su gabinete.

En una ocasión y obligada por las circunstancias, dijo: “Cuitláhuac es un gran activo de nuestro movimiento. Es un hombre honesto y de convicciones. Hay que ver lo que ha hecho en Veracruz (uta sí, sobre todo eso). Entonces por supuesto que si Cuitláhuac quiere venir conmigo pues adelante…”.

En aquel tiempo Cuitláhuac echó a correr el rumor de que se iría como coordinador de su campaña y en ese tenor fue la respuesta de Claudia a la pregunta de un reportero: “Ora pues, si no hay más remedio ven conmigo, pero jamás como coordinador”.

Luego se soltó el rumor de que formaría parte del gabinete y tampoco hubo nada para el señor.

Nunca hubo un telefonazo de Sheinbaum para decirle: “Oye, te invito a que te integres al círculo selecto de mis colaboradores. Y tan te invito que mi llamada es para que me digas en cual dependencia deseas estar”.

Cuitláhuac es un “recomendado” de López Obrador que seguramente le dijo a su futura sucesora: “Te encargo a mi muchacho”. Y en esas anda la presidenta electa; la bronca es que no sabe en dónde acomodarlo.

Según el periodista Filiberto Vargas, el futuro de Cuitláhuac está en la Dirección General de la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (Conuee); un órgano administrativo dependiente de la Secretaría de Energía y cuya función sustantiva es la de “promover la eficiencia energética y constituirse como órgano de carácter técnico en materia de aprovechamiento sustentable de la energía”.  

Tan importante es esa dependencia que nadie sabía de su existencia, pero de acuerdo con Filiberto ahí es donde recalará Cuitláhuac a partir del 1 de diciembre; en una gris oficinita dentro del organigrama de la Secretaría de Energía.

Eso o que lo nombren Auxiliar Segundo del Subjefe de Intendencia (ASSI) es más o menos lo mismo. Y es que su hipotético nombramiento en la CONUEE no lo librará de la venganza de sus incontables enemigos, pues no le dará ni la impunidad ni la inmunidad necesarias para protegerlo de las broncas que se le vendrán encima.

Pero sea como fuere y lucubraciones aparte, Cuitláhuac se nos va y nadie lo va a extrañar.

Su sexto informe lo presentará el próximo domingo y no el 1 de noviembre. Supervisará obras (¿obras? ja ja ja) hasta mediados de septiembre y luego, vámonos.

El martes 1 de octubre se presentará en San Lázaro bañado y planchado a atestiguar la toma de posesión de Claudia Sheinbaum. Pero no se sentará en los mullidos asientos asignados a los miembros del gabinete, ni en los reservados a los invitados especiales y menos en los exclusivos para los gobernadores.

Se sentará en gayola con el populacho. Y eso si bien le va. Porque su nombramiento como no sé qué de la CONUEE no le dará para más.

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