La mañana de este lunes, en Minatitlán, fue localizado el cadáver de una mujer. Varios automovilistas hicieron el reporte a las autoridades: un cuerpo yacía en medio de un charco de sangre en la avenida Justo Sierra, en su confluencia con
la calle Tlaxcala, en la colonia El Palmar.
A ese sitio acudieron elementos de la Policía Municipal y paramédicos de la Cruz Roja, quienes confirmaron que la mujer estaba muerta y que presentaba diversas lesiones provocadas por arma blanca.
Algunos testigos mencionaron que la mujer era de baja estatura, vestía blusa y pantalón de color azul, pero no llevaba documentos o identificaciones.
El caso ya genera alarma entre la sociedad, pues los crímenes contra mujeres han aumentado en el sur de la entidad. Tan sólo baste recordar de Raquel y Alicia en Acayucan, de Noriko Dallana en Coatzacoalcos, de Julissa en Las Choapas y de Lea Sarahí también en Minatitlán.
La referencia era obligada y la mañana de este lunes, durante el homenaje en la estatua a Miguel Hidalgo, se le cuestionó al secretario de Gobierno, Carlos Juárez Gil, sobre este crimen. Su respuesta dejó “helados” a los reporteros. Dijo que era un hecho que formaba parte de la incidencia delictiva de todos los días.
“Eso es, la incidencia delictiva, es la que tenemos todos los días, es la que vamos analizando”.
Y sí. Ante la indolencia de nuestras autoridades, esto -los crímenes contra mujeres- se ha convertido en algo cotidiano.
El Observatorio Universitario de Violencias contra las Mujeres (OUV) de la Universidad Veracruzana, dio a conocer apenas hace un par de semanas que tan sólo este año se habían registrado 43 feminicidios en la entidad, cifra que -hay que aclarar- en estos momentos ya fue rebasada.
De todos esos crímenes de género, dos habían recaído en niñas y a esas habrá que agregar el caso de Poleth, la menor que fue localizada sin vida en un terreno baldío en Orizaba el pasado 12 de septiembre.
El Observatorio señaló que de los 43 feminicidios que tenía registrados hasta agosto, 33 correspondían a mujeres adultas y dos eran adultas mayores. En seis casos no se tenía especificada la edad de las víctimas.
En agosto el Observatorio registró 7 feminicidios, la misma cantidad de los que se cometieron un mes antes. Agresiones con arma de fuego son las más recurrentes. En ocho casos las mujeres fueron asesinadas a golpes y en seis con arma blanca. Hay 14 casos en los que se desconoce el método empleado.
En mediciones hasta agosto, Veracruz se ubica entre las entidades con mayor número de casos.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) con datos hasta julio de 2024, los estados que ocupan las cinco principales posiciones por el número de feminicidios son Morelos en primer lugar; le sigue Nuevo León, después Puebla, en cuarto lugar el Estado de México, y con cifras similares, en quinto sitio, los estados de Baja California, Chihuahua, Jalisco, Sinaloa y Veracruz.
Apenas en mayo, el gobernador Cuitláhuac García presumía que los casos de feminicidio habían disminuido “en un 55 por ciento”, pero justo cuando daba esa cifra se registraron, en un lapso de 48 horas, cuatro feminicidios más.
En mayo del 2022, durante un evento para conmemorar el Día Naranja (establecido por la ONU para hacer énfasis en la protección de las mujeres), Cuitláhuac García afirmó que su administración “trabaja diariamente” para que las mujeres conozcan sus derechos.
“No nos vamos a sentir completos si no atendemos la violencia hacia las mujeres; tenemos que parar, detener esa injusticia en algunos lugares ignorada. Hoy nosotros pretendemos hacerla visible, hasta entender que es un asunto en el que estamos involucrados todos”.
Pues sí, ya lo consiguió, hoy más que nunca la violencia contra las mujeres es visible.
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Epílogo.
“Estamos felices”, fue la versión de Cuitláhuac García del clásico “aiga sido como aiga sido” de Felipe Calderón. *** El gobernador de Veracruz no le quiso entrar al debate con los reporteros, la mañana de este lunes, sobre una eventual incorporación de la familia Yunes (la de El Estero) a las filas de Morena. Lo único que se permitió expresar fue ese escueto: “estamos felices”, en obvia referencia a que su partido, Morena, consiguió que fuera aprobada la reforma judicial propuesta por López Obrador. *** Si los Yunes se suman a Morena, o si pretenden mantener su hegemonía en Veracruz y Boca del Río, ese ya no es su tema. De aquí al 30 de noviembre (su último día de gobernador) él se dedicará a “nadar de muertito”.
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