A pesar de ser una carga para el morenismo, el exgobernador veracruzano siempre contó y contará con el cariño y apoyo (quizá lástima) de AMLO, situación que le permitirá (aunque se trate de un cargo “no tan relevante”), incrustarse en el gabinete federal; la verdad de las cosas es que la presidenta no puede exponerse a los desatinos del “ingeniero”.
Cuando Sheinbaum viajaba rumbo al estado de Veracruz para atestiguar la toma de protesta de Rocío Nahle, dos personas de su comitiva (muy cercanas a ella) hablaban sobre la pésima imagen de Cuitláhuac García en el estado, mientras que la presidenta asintió y se limitó a decir: lo bueno es que ya llega Rocío.
“Rocío construyó una refinería y Cuitláhuac sólo le dio problemas a nuestro querido Andrés”, dijo la presidenta de manera pausada, y más de uno la escuchó mientras se trasladaban a Veracruz ¿Y ya sabe dónde lo colocará o qué responsabilidad le dará? (preguntaron)… Sheinbaum se quedó pensativa.
Durante la toma de protesta de Nahle, en el congreso veracruzano, la figura más pequeña la representó Cuitláhuac García, no sólo por el mediocre papel que efectuó como gobernador, sino porque en realidad “Rocío nunca fue su candidata”, y aunque no operó a su favor, ganó y hasta la presidenta la cobijó.
Veremos qué ocurre.
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