Incluso la titular del IPE, Daniela Griego, o la directora de medios, Adriana Muñoz Cabrera, han enfrentado duras críticas que buscan mermar su credibilidad.
Sin embargo, lejos de debilitarse, estas funcionarias demuestran que no se dejan intimidar por nada, ellas, siguen con su trabajo, cumpliendo con las obligaciones que la ciudadanía veracruzana demanda.
En este escenario, la propia mandataria ha sido blanco de embates en medios nacionales, así como de traiciones internas que han salido a la luz con la reciente solicitud de afiliación de Miguel Ángel Yunes Márquez, uno de los principales promotores de la “guerra sucia” en su contra, y lejos de amedrentarse, Nahle reafirma su convicción de que Veracruz es tierra fértil para la Cuarta Transformación y que nadie—ni propios, ni extraños—vendrán a desestabilizar el estado en medio de sus primeros cien días de gobierno.
La instrucción de cerrar filas y continuar el trabajo es contundente: “Es tiempo de mujeres” en Veracruz. Nahle y sus colaboradoras, empezando por la Senadora con licencia y actual secretaria de Educación, Claudia Tello Espinoza, encabezan un bloque sólido que demuestra que la adversidad política no hará tambalear a nadie.
Veracruz atraviesa una etapa de consolidación institucional y política, y cada una de las integrantes del gabinete estarán dispuestas a defender el proyecto que la ciudadanía respaldó en las urnas.
El tema es simple: no habrá distracciones y por más “piedras en el camino” que intenten colocar algunos actores desde la Ciudad de México, en Veracruz el rumbo está marcado y la convicción de sus liderazgos femeninos es más fuerte que cualquier intento de golpeteo.
Con Rocío Nahle, como la mujer más votada en el Estado se demostró que la política veracruzana ya no es territorio exclusivo de unos cuantos, y que hoy, más que nunca, es tiempo de mujeres.
El proyecto sigue firme y se llama: Veracruz.
@IvanKalderon |