Será un intento de la presidenta Claudia Sheinbaum de mostrar que tiene el control interno de MORENA y de hacer que los senadores y diputados que están en su contra en el Congreso de la Unión se saquen la foto con ella y muestren al público su otra cara: la de la hipocresía.
Este domingo se verá al Senador Adán Augusto López Hernández y al diputado Ricardo Monreal Ávila, sonrientes y solidarios con México y con Sheinbaum.
Por otro lado, en esencia el tema dominical no debería ser la concentración en sí, sino lo que pueda informar la Presidenta Sheinbaum, eso sería lo fundamental.
Ahora bien, la esencia del discurso de Sheinbaum ya no será la que debió pensar el gobierno mexicano cuando Trump oficializó la entrada en vigor los nuevos aranceles, sino lo que significa que Trump se haya echado para atrás al siguiente día.
Lo que Sheinbaum podría poner con mayúsculas en su discurso es algo que en verdad les duele a los Estados Unidos, como es el ratificar que México se pondrá en modo PRO para conseguir otros socios comerciales, más allá de América del Norte y más cerca de los dragones asiáticos.
Es decir, lo fundamental ya no será la concentración en el Zócalo sino la definición del nuevo rumbo que tomará el país y cómo se reaccionará ante los embates de Trump.
La coyuntura es muy favorable para Sheinbaum, toda vez que sus principales aliados no son, como se supone, los mexicanos, sino los fabricantes norteamericanos.
Lo que hizo que Trump retrocediera no puede ser por ningún motivo una simple pausa, porque al menos en el corto plazo la industria automotriz norteamericana no podrá prescindir de importar insumos desde México y lo tendrán que hacer con un sobreprecio del mismo 25% que impuso a las importaciones en perjuicio de su propia industria y de sus consumidores.
En sí, en México los empresarios exportadores de autos deben haber festejado con tequila el reculón de Trump, pero los norteamericanos debieron hacerlo destapando botellas de champán, lo que se reflejó de inmediato en el Nasdaq, S&P, Dow y el Bitcoin (USD), en donde las acciones subieron como la espuma. Pero no solo eso, el peso mexicano subió de inmediato 1% por el nuevo anuncio de Trump.
Las bolsas volverán a caer si Trump dentro de un mes, sigue jugando a las vencidas con los mercados.
Lo dije aquí y lo repito, Trump se dio un balazo en el pie.
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