El estrambótico plan de la Cuarta Transformación para acabar con la calidad del sistema judicial mexicano -y con el sistema mismo- tiene una fisura con la que no contaron AMLO y sus seguidores: la elección de los jueces, magistrados y consejeros hecha por el pueblo bueno dará la oportunidad, sin embargo, de que lleguen o permanezcan algunos buenos juzgadores, personas con preparación, ética y capacidad.

     El primer domingo del próximo mes de junio, los pocos ciudadanos que acudirán a las urnas determinarán con su escaso voto a los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, a los consejeros del Consejo de la Judicatura Federal, a los magistrados del Tribunal Electoral Federal y a los magistrados y jueces de distrito. Son más de 1,600 cargos judiciales que la mente destructora del Patriarca de la 4T imaginó que serían ocupados por perfiles similares a los que ha empleado siempre para las posiciones importantes, es decir, con 90 por ciento de ineficacia y 110 por ciento de sumisión.

     Con lo que no contaron los morenistas es que en ese designio diabólico cabe la posibilidad de que sean elegidas y elegidos algunos especialistas en el ramo del Derecho, gente con historia y experiencia que sorteará inevitablemente ciertos resquicios que quedaron abiertos en el tamiz impuesto para dejar pasar solamente a los de casa, a los fanáticos, a los doblados por la cerviz.

     Pienso en intachables juzgadoras, como las veracruzanas Rosalba Hernández Hernández y Eva Barrientos Zepeda, doctoras en Derecho que honran su posición y que seguramente serán reelectas para continuar, una como Magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial del Estado de Veracruz y la otra como Magistrada de la Sala Regional Xalapa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.

     En ese tenor, hay otra experimentada juzgadora que busca ser elegida, la maestra Fabiana Estrada Tena, que actualmente es Magistrada federal en el 24º Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito Judicial.

     La maestra Fabiola recorrió toda la gama del escalafón de sistema de justicia, pues se desempeñó como oficial judicial, actuaria, secretaria de tribunal y de juzgado. Como si fuera poco, fue además durante 15 años Secretaria de Estudio y Cuenta, especializada en controversias constitucionales y acciones de inconstitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

     Personas con calidad profesional y ética humana como la de la maestra Estrada Tena se van a colar entre los designios oscuros del movimiento lopezobradorista y darán la pelea para mantener la dignidad y las buenas razones en el sistema judicial mexicano… para bien de todos.

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