Las expresiones de protesta en la Universidad Veracruzana (UV) por la ilegal imposición de una “prórroga” a la gestión de Martín Aguilar Sánchez como rector, van en aumento.
El pasado miércoles se plantaron frente a las instalaciones de la sala “Tlaqná”, donde se presentaría el informe anual de la rectoría, por lo que el evento tuvo que ser cambiado al salón de un céntrico hotel, se realizó con un número mínimo de consejeros (lo que permite suponer que no se logró el quórum necesario para la realización del acto protocolario) y una buena cantidad de “invitados especiales”, la mayoría de ellos funcionarios y docentes de la misma UV, a quienes se les sufragó traslado, alimentación y hospedaje, además de autorizarles su ausencia de su centro de trabajo en un día hábil.
Desde que se conoció la intención de Martín Aguilar de perpetuarse en la rectoría, en el seno de la Universidad Veracruzana se corrió la voz de que detrás de ese “interés” y de toda la estrategia para torcer la ley, estaba la mano de una figura destacada de Morena: el actual senador por Veracruz, Manuel Huerta Ladrón de Guevara.
El legislador lo niega y argumenta que “apenas si lo conoce”, pero figuró como uno de los “invitados especiales” en el informe del rector y asistió, con lo que avaló las trampas que está haciendo Martín Aguilar para mantenerse en el cargo.
Esto demuestra que la autonomía de la UV y la defensa de su marco jurídico son otros campos de la batalla interna que se vive en Morena. El grupo (de esos que dice la gobernadora que no existen) que encabeza Manuel Huerta confluye en esta ocasión con otro “clan”, el que integra la próxima alcaldesa de Xalapa, Daniela Griego, con figuras destacadas en la administración estatal, como la diputada Tanya Carola Viveros o la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno. Todas ellas “afines” a Cuitláhuac García.
La terquedad por conservar la rectoría de la UV va más allá de un factor de ego, o hasta de una desbordada codicia por manejar (disponer de) el de por sí raquítico presupuesto de esa casa de estudios. Es, en realidad, lo que en el ámbito criminal se conoce como la “guerra por la plaza”. Quien coloque a su alfil en ese gigantesco universo de votantes, dispondría -si se maneja con tino- de una sólida base electoral que le garantice posiciones de poder en el estado… y en el país.
Quizá la interrogante más complicada es: ¿por qué buscar el camino más sinuoso, el más complicado?
El rector tiene bajo su mando -eso ya quedó demostrado- a los integrantes de la junta de gobierno. El principal impedimento de Martín Aguilar para cubrir un segundo período es el de la edad, requisito que está plasmado en la ley, pero que puede ser combatido porque representa una exigencia discriminatoria.
De haber recurrido a la vía del amparo para que le permitieran participar en el proceso de selección del rector para el período 2025-2029, tenía muy altas posibilidades de conseguirlo. Una vez inscrito, la tarea de “sus muchachos”, los miembros de la junta de gobierno, habría sido la de simular una revisión de las propuestas inscritas y al final decantarse por el mismo rector.
Los aspirantes no quedarían conformes, pero tendrían que admitir que se siguieron los pasos que marca la ley.
¿Por qué tomar la ruta más complicada?
Quizá porque había una variable que no controlaba: la justicia federal. Sin embargo, hoy está ante la misma disyuntiva: en espera (o haciendo las gestiones pertinentes) para que la justicia federal niegue los amparos promovidos por destacadas figuras de la UV.
Muy pronto conoceremos los alcances del actual rector y sus operadores.
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Epílogo.
Finalmente se concretó uno de los atracos más descarados dentro de la maraña de trampas que fue la elección judicial. *** Acatando una sentencia de la Sala Superior del Poder Judicial de la Federación, el INE le revocó al jurista Ángel Rosas Solano la constancia de mayoría en la elección de magistrado en materia mixta del Circuito VII, Distrito 1, con sede en Veracruz, y se le entregó a Lizbeth Hernández Ribbón, actual magistrada del Tribunal Superior de Justicia del Poder Judicial de Veracruz. *** El argumento fue absurdo. Los magistrados electorales advirtieron que la aspirante mujer tuvo más votos que el aspirante varón, cuando en los hechos, en las boletas judiciales, cada quien compitió contra aspirantes del mismo género. No era viable que compararan la votación de dos elecciones diferentes. *** Esta arbitraria medida nos deja claro el tipo de justicia que vamos a tener a partir del próximo lunes.
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