¡Están viendo que la chiquilla es chillona y la pellizcan!
Ya ha quedado en evidencia. En los más diversos foros se ha hablado del “mal humor” que muestra en las semanas recientes la gobernadora de Veracruz Rocío Nahle.
Y justo cuando “no se aguanta ni ella misma”, le insisten para que hable de la posibilidad de someterse a la revocación de mandato.
La reacción era lógica: calificó de “carroñeros” a los que impulsan la reforma para que en Veracruz se aplique ese método de consulta popular.
Alguien tendría que explicarle que “carroñero” es aquel animal que se alimenta de “carroña”, o lo que es lo mismo, el que devora alimento podrido. Si utiliza ese calificativo contra quienes -en su opinión- pretenden arrebatarle el cargo de gobernadora, entonces -en esa lógica- la “carroña” sería ella.
Sorprende, sin embargo, que hoy la gobernadora de Veracruz muestre tal molestia cuando le tocan el tema, siendo que se trata de una iniciativa que impulsó en su momento su jefe político y guía, Andrés Manuel López Obrador.
“La consulta para la revocación de mandato reafirma la democracia participativa y el derecho del pueblo a cambiar la forma de su gobierno. Democracia es el poder del pueblo. Se reafirma el principio constitucional de que el pueblo tiene en todo momento el derecho de cambiar la forma de su gobierno. Se reafirma que el pueblo es el soberano, el que manda”, decía su maestro.
Y ella misma, hace no mucho tiempo (apenas el pasado 29 de septiembre) se decía convencida de que la revocación de mandato era una expresión más de la democracia:
“No tengo ningún problema con eso. Yo siempre he ido a las urnas, yo siempre he sido votada, nunca he sido pluri (nominal). En el 2012, en el 2015, en el 2021 (en realidad fue en el 2018) y en el 2024. Yo soy una demócrata y siempre he respetado lo que dice la urna (...) Además, yo tuve un gran maestro: Andrés Manuel López Obrador, quien nos enseñó la vía democrática. Ese para mí no es tema”.
Entonces… ¿cuál es el problema?
Alguien de su inútil equipo de asesores le debió haber sugerido que levantara ella ese estandarte, que se luciera ante su maestro impulsando una reforma que él promovió desde Palacio Nacional.
“Es el colmo que quieran impedir la consulta de revocación de mandato. Deberían promover la democracia, en vez de estar insultando y haciendo labor de zapa; que convoquen a la gente para que participe en la consulta y de manera pacífica, de forma democrática, se resuelvan las diferencias dándole al pueblo su lugar; escuchando, respetando al pueblo”, decía en aquel entonces López Obrador.
Palabras que, si fueran pronunciadas ahora en Veracruz, tendrían el mismo sentido.
Rocío Nahle, sin embargo, practica aquella filosofía popular: “hágase tu voluntad… en los bueyes de mi compadre”.
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Epílogo.
La trató de defender y terminó exhibiéndola. *** La mañana de este lunes, en su conferencia de prensa, la gobernadora Rocío Nahle rechazó que pretenda remover de su cargo a la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno Maldonado y en su defensa dijo que su colaboradora “ha estado en campo desde los primeros días de la emergencia”. *** Sí y qué bueno. El problema es que debió estar en aquella zona ¡antes de que se produjera la emergencia!, alertando a la población y coordinando la instalación de albergues. *** En la misma conferencia de prensa la gobernadora “presumió” que su gobierno “ha actuado con rapidez y organización ante la magnitud del desastre” y destacó que actualmente operan más de 6 mil servidores públicos en auxilio de los damnificados. *** Lo que no dijo la gobernadora, es que a los empleados del gobierno estatal los han enviado a la zona del desastre sin oficio de comisión, lo que significa que no les cubren los gastos de su traslado y estancia, y tampoco van protegidos frente a un probable accidente. *** ¡Qué fácil es decir “mandamos”, cuando no se invierte en eso! ¿Qué acaso no fue la gobernadora Rocío Nahle la que respondió, furiosa, que “el dinero no es tema” en esta tragedia? *** Ahora es cuando hay que mostrarlo.
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