Calificado por expertos como “el desfalco más grande de dinero público en los tiempos modernos”, el de Javier Duarte de Ochoa es de ¡sesenta mil millones de pesos!, al erario público estatal, el cual cometió con la complicidad de un grupo de colaboradores quienes lo ayudaron a dejar al estado en el peor endeudamiento en su historia y, lo más indignante, antes de cumplir la sentencia que la justicia le impuso de apenas nueve años de cárcel, Duarte se apresta a abandonar la prisión con el argumento jurídico de su “buen comportamiento”, o sea es un ladrón que se porta bien a cambio de ¡sesenta mil millones de pesos!.
Para poner en contexto el antes y después de este personaje que hoy vuelve a atraer los focos de la atención pública ante su inminente salida del reclusorio, sin que el delito de desaparición forzada lo hayan tomado en cuenta sus juzgadores, hay que mencionar algunos datos.
Lo conocí en el helipuerto de El Lencero cuando llegó a Veracruz dispuesto a colaborar en la campaña al gobierno del estado de quien fue su jefe e inventor Fidel Herrera Beltrán. Llegué a ese lugar en compañía del contador público y operador político Gonzalo Morgado Huesca quien me alertó: “mira ese gordito es uno de los jovenes más cercanos a Fidel, trabaja con él en el Senado de la República haciendo la síntesos de los periódicos y algunos otros trabajos más que el Tío lo pone a hacer, te lo presento”.
Joven alegre de sangre ligera y muy modesta vestimenta, Javier me extendió la mano muy sonriente comentando: “que bueno que lo conozco, yo lo leo todos los días al hacer la síntesis de el jefe, soy paisano y vengo a sumarme a las tareas de la precampaña y campaña así es que vamos a estar en contacto Manuel”.
Ese joven gordito era una de los cuatro que Fidel tenía conratados a los que les pagaba cuatro mil pesos mensuales, para que lo auxiliaran en todo lo que un Senador de la República, político de tiempo completo necesita, como por ejemplo leer la prensa del estado que proyectaba gobernar. Un amigo de toda la vida de Fidel, a quien conocimos como “El Negro Cruz” propietario de una o dos bodegas de mariscos en el mercado de La Viga, cuando tenía tiempo pasaba a saludar a su paisano Fidel y se llevaba a los jovenes auxiliares a comer con lo que ellos estaban muy agradecidos, el salario que ganaban no les alcanzaba ni para eso. Esto lo cuento para que se den cuenta del estado en que se encontraba Javier Duarte, el simpático joven fidelista, pobre, y de un día para otro gracias a las enseñanzas de su jefe Fidel y del poder que adquirió como gobernador saltó a la mega abundancia, convertido en el hombre más rico de Veracruz con ¡sesenta mil millones de pesos!, de robo documentado, que le contabilizaron luego de que fuera detenido por instrucciones del presidente Enrique Peña Nieto.
Dejó a Veracruz en bancarrota financiera
De acuerdo a una investigación que hizo el medio digital Animal Político, “la administración, de Javier Duarte, de 2010 a 2016, no fue un gobierno con irregularidades aisladas, sino una maquinaria diseñada para el saqueo que dejó a Veracruz en la bancarrota financiera y sumido en una profunda crisis de seguridad y derechos humanos.
Basado en los informes forenses de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), expedientes judiciales e investigaciones periodísticas pioneras que destaparon el escándalo, reconstruimos el ascenso, el método y la caída del hombre que hipotecó el futuro de uno de los estados más importantes del país.”
“La carrera de Duarte es inexplicable sin entender su mentoría bajo Fidel Herrera Beltrán, gobernador de Veracruz de 2004 a 2010.”
“Duarte no llegó a la gubernatura por carisma popular, sino por su eficiencia operativa dentro del aparato de poder. Entre 2004 y 2008, ocupó puestos estratégicos en la Secretaría de Finanzas y Planeación (SEFIPLAN).”
“Esta posición le otorgó un conocimiento absoluto y control sobre el presupuesto estatal y las participaciones federales. Cuando en 2010 ganó la gubernatura, el entonces presidente Enrique Peña Nieto lo celebró públicamente como parte de "la nueva generación del PRI". La maquinaria para el desvío estaba lista.”
“El sexenio de Duarte se caracterizó por un incremento exponencial de la deuda pública, pero el dinero no se invirtió en infraestructura o programas sociales. Se esfumó mediante un sofisticado esquema de corrupción conocido como las "Empresas Fantasma".
“El mecanismo, documentado exhaustivamente por el portal Animal Político en mayo de 2016, operaba de la siguiente manera:
“Simulación de contratos: Dependencias estatales asignaban contratos millonarios (frecuentemente por adjudicación directa) a empresas legalmente constituidas, pero sin infraestructura ni personal real.
“Facturación inexistente: Se pagaba por despensas, medicamentos o materiales educativos que jamás llegaron a los beneficiarios.
“Dispersión y lavado: El dinero se transfería a estas empresas y rápidamente se dispersaba a una red de testaferros, operadores financieros y cuentas en el extranjero.
Los fondos desviados se utilizaron para adquirir propiedades de lujo en Texas, Florida, Ciudad de México y España, así como ranchos suntuosos (como "El Faunito"), yates y obras de arte.
“La ASF detectó patrones graves desde 2014, señalando la simulación de reintegros": el gobierno fingía devolver fondos observados a la federación, pero solo los movía entre cuentas estatales para gastarlos discrecionalmente.
“Mientras el saqueo ocurría, Veracruz se descomponía. El estado se convirtió en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. El asesinato de Regina Martínez, corresponsal de Proceso en 2012, fue un punto crítico. Al menos 17 periodistas fueron asesinados durante su mandato”, según documentó la organización Artículo 19.
El destape periodístico de las empresas fantasma en 2016 fue la estocada final. En junio de ese año, el PRI perdió la gubernatura por primera vez en la historia. La presión política se volvió insostenible.
“El 12 de octubre de 2016, a 48 días de terminar su mandato, Duarte solicitó licencia para “limpiar su nombre". Al día siguiente, desapareció, utilizando aeronaves oficiales del estado para su fuga”.
“Tras seis meses prófugo, Javier Duarte fue detenido en Panajachel, Guatemala, en abril de 2017 y extraditado a México. Meses antes, el descubrimiento de los diarios de su esposa, Karime Macías, donde repetía la frase "Sí merezco abundancia", había sellado el cinismo de su administración”.
“Sin embargo, el proceso judicial generó indignación nacional. En septiembre de 2018, Duarte aceptó un "procedimiento abreviado" (declararse culpable a cambio de beneficios). En una decisión controversial, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) reclasificó los delitos, eliminando el cargo más grave: delincuencia organizada”.
“Fue sentenciado a solo 9 años de prisión por asociación delictuosa y lavado de dinero, una pena que no corresponde a la magnitud del daño patrimonial, estimado por la ASF en más de 35 mil millones de pesos solo en fondos federales, con estimaciones totales que superan los 60 mil millones”.
“El caso Javier Duarte es una lección dolorosa sobre cómo la corrupción sistémica puede capturar un estado entero. Aunque el exgobernador permanece en prisión, su legado es una deuda impagable, una profunda desconfianza en las instituciones y la percepción de que el saqueo a gran escala no recibió un castigo proporcional”.
Zepeta el millonario
Aparte de aprovechar su cargo como Dirigente Estatal de Morena para mover las prerrogativas del OPLE, y para andar colocando a "Amigues" en puestos clave y muy bien remunerados en la administración estatal como en la Secretaría del Trabajo donde colocó a un amigo de Los Tuxtlas, así como a familiares y operadoras de su grupo como en el TEC de Huatusco, Esteban Ramírez Zepeta (LaRRaMirez para la flota) se presume tiene un negocio millonario del que pocos saben, utilizando una vez más su redes de corrupción para servirse con la cuchara grande de la estructura gubernamental y del erario público de Veracruz para ello.
Se trata de la sociedad que presuntamente tiene montada Zepeta con su operador financiero Ernesto Carvajal del Puerto, personaje que tiene una empresa la cuál da el servicio al Gobierno del Estado de Veracruz, de montar todo escenario donde se vaya a desarrollar un evento sea chico, mediano, grande o masivo, tanto del Gobierno Estatal, como de Morena, así como el Festival de la Salsa de Boca del Río, como el Tajín, y todos los que se imaginen, y no solo montan el escenario, si no también toda la logística del sonido, pantallas, vallas, sillas, gradas, contratación de artistas a costos inflados, por lo que cobran e ingresan millones y millones de pesos que se reparten entre ambos sin tener competencia alguna, ya que por ser la empresa de Ramírez Zepeta pues todo se lo dan por dedazo o por asignación directa sin chistar.
A eso hay que sumarle el manejo discrecional que Zepeta les da a las prerrogativas de Morena que mes con mes recibe por parte del OPLE, y que para el 2026 sumarán casi 97 millones de pesos, algo así como 8 millones 100 mil pesos que le caerán mes con mes constantes y sonantes a Zepeta para seguir comprando amistades en páginas web, como de donde sacó a un personaje ampliamente conocido en la región de San Andrés Tuxtla, para hacerlo alto funcionario, donde cobra más de 60 mil pesos mensuales tan sólo por ser amiguis de Ramírez Zepeta, y ya lo veremos en 2027 siendo candidato a Diputado Local por Los Tuxtlas donde Zepeta lo querrá imponer como candidato de Morena....
Salinas Pliego recurrió a Nayib Bukele
El empresario mexicano Ricardo Salinas Pliego, quien controla entre otros negocios la cadena TV Azteca, fue recibido por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, con quien habló sobre "proporcionar seguridad y justicia igualitaria a todos los mexicanos", según publicó este miércoles el empresario en X.
verdadero capitán de barco que sabe navegar en todos los mares y dar resultados; no como los Gobiernícolas ineptos y corruptos que tenemos en México", escribió Salinas Pliego en dicha red social en la que compartió fotografías con Bukele.
El empresario indicó que "platicando (hablando) con el presidente Bukele, le comentaba que, si yo fuera el presidente de México, la prioridad número uno de mi gobierno sería la misma que la del suyo: declararles la guerra a los criminales y usar toda la fuerza del Estado para poner orden inmediatamente en el país, con la finalidad de darle a las familias mexicanas una vida de paz".
"Buscaría proporcionar seguridad y justicia igualitaria a todos los mexicanos", apuntó Salinas Pliego, que ha evitado el pago de 74 mil millones de pesos (unos cuatro mil millones de dólares) en adeudos fiscales en México.
Salinas Pliego dejó entrever, en octubre pasado, que podría entrar al terreno de la política al tiempo que hizo eco a una posible candidatura presidencial en México.
"Obviamente les exigiría a los secretarios de Estado resultados como se los exijo a mis colaboradores, creo que un país debe manejarse como una empresa de alguien más a quien se le debe dar resultados y no excusas", expresó.
“Buen gobierno debe asegurarse también de que las carreteras estén seguras, que las calles estén iluminadas, sin baches, y que la gente pueda dedicarse a trabajar en paz para prosperar". El empresario se encuentra en El Salvador para participar, como ponente, en un evento sobre bitcóin, que se desarrolla en el Centro Histórico de San Salvador y que reúne a entusiastas extranjeros de la referida criptomoneda.
El conglomerado de empresas de Salinas Pliego enfrenta en México al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por 74 mil millones de pesos por adeudos fiscales en 32 litigios.
REFLEXIÓN
Azucena Uresti señala que los nexos del crimen organizado en Tabasco llegan hasta el Senado. Menciona que mientras exjefes policiacos están presos, Adán Augusto, quien los nombró, sigue impune y con poder. Escríbanos a mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com |