¡Qué bonito espectáculo nos regaló Martí Batres Guadarrama en Ahuilizapan! Llegó el director general del ISSSTE, sonrisa de campaña y discurso de primer mundo… y soltó una joyita que demuestra que alguien le escondió muy bien la carpeta de los trapitos sucios.
Resulta que, según denuncia con folio 101495/2025 (sí, ya tenemos copita en la redacción, gracias), después de que se destapó el tema de los préstamos de goteo en la delegación ISSSTE, Xalapa y, aún con los medios que hicieron eco de la noticia y andan rodando por todo Veracruz, en el ISSSTE se desató la cacería de brujas versión 4T: cambios de adscripción a modo, amenazas de escritorio y la clásica pregunta de rigor: “¿Quién chingados está hablando con los periodistas?”.
Los encargados de la inquisición son, cómo no, la famosa dupla “CaCa” (Cantell y Carla, para que no queden dudas). Andan muy valientes intimidando al personal, porque según nuestra fuente —que obviamente pidió anonimato, porque ya sabe como trabajan los goteros y no se andan con cuentos— esta parejita quiere resolver el asunto “como los colombianos”. Sí, leyó usted bien: plomo o miedo, según convenga.
Y mientras todo esto pasa, la encargada del despacho de la Subdelegación de Prestaciones Económicas en Veracruz, la siempre eficiente y discretita Ollin Chávez Hernández, sigue en su papel favorito: hacerse pato y mirar al techo. Total, ella acompañó al señor director en su paseo por Ahuilizapan (Orizaba, para los del Conalep... O la UPAV, según sea el caso), así que o bien Martí habló de pura ocurrencia… o alguien le pintó un ISSSTE de fantasía donde todo es miel sobre hojuelas.
En fin, tres opciones:
lo malinformaron,
lo desinformaron,
o de plano le escondieron la verdad porque saben que Batres todavía cree que en el ISSSTE veracruzano mandan los médicos y no los goteros.
Ustedes deciden cuál es la más probable.
Nosotros nomás acusamos.