Haciendo cálculos onanistas, hay dos líderes que en este momento tienen más presencia en medios que nadie: Andrés Manuel López Obrador, por Morena; y Ricardo Anaya, del PAN. Hay que agregar a su expediente, que de acuerdo a las últimas encuestas como a sus resultados electorales, son dos candidatos naturales a la Presidencia de la República por sus respectivos partidos, rumbo al 2018. En tanto, por el PRI, abogando por el lugar común priista, ¡la caballada está muy gorda!; eso, siendo optimistas.
Por una lado, tenemos a Luis Videgaray Caso, Pepe Antonio Meade, Miguel Ángel Osorio Chong, Aurelio Nuño Mayer, y en un remoto caso, Manlio Fabio Beltrones.
Aun cuando en los medios se manejan seis nombres para encabezar el CEN del PRI en lugar de Manlio Fabio Beltrones (José Calzada, Jorge Carlos Ramírez Marín, Enrique Martínez y Martínez, Enrique Ochoa Reza, Miguel Ángel Osorio Chong y Carolina Monroy), la lógica que impregna en estos momentos a Morena y al PAN, me obligaría entonces a pensar que el o la dirigente que sea elegido este 12 del mes que corre, por parte del PRI, tiene que ser su candidato al 2018, digo, para estar en igualdad de condiciones competitivas en los medios… conste, al inicio de este segmento, dije “cálculos onanistas”.
III
Si no es así, entonces se tendría que descartar entre estos aspirantes a la dirigencia, a Miguel Ángel Osorio Chong, de quien se dice que aspira a suceder a Peña Nieto; quizás igual se tendría que dejar fuera a Carolina Monroy, quien sueña con ser candidata por el Estado de México este 2017. Ahora, veo que en los medios le dan vuelo a Enrique Ochoa Reza, director de la CFE… lo catalogan como el mejor amigo de su tocayo Peña Nieto, pero si es así, pues mejor que funde su partido el Presidente.
Lo cierto es que entonces, el PRI mantendría a su candidato tapado mientras que Morena y PAN seguirían con sus bonos al alza con un Peje y un Anaya que han encontrado el modo de estar bajo los reflectores…
Por cierto, habrá que analizar qué tan bueno es que el Peje apoye a la CNTE de Oaxaca; si ello ha de darle más ganancias que pérdidas en el ánimo del electorado.
Por cierto, habrá que analizar qué tan redituable sea para Anaya el activo que trae con Miguel Ángel Yunes Linares al poner a cada rato, en los ojos del Altiplano, a Veracruz y a su gobernador… es evidente que le ha de estar generando más números negros que cualquier otra cosa…
IV
Si bien, todos los triunfos del PAN en este pasado proceso electoral son significativos, para Anaya, los de Chihuahua, Quintana Roo y Veracruz, son oro molido (dixit Chava Manzur) porque curiosamente, los gobernadores constitucionales se han convertido en la veta de donde hay que sacar la máxima ganancia electoral. Y mal sería ufanarnos de esto, pero Veracruz insiste en mantenerse dentro de las primeras planas nacionales a como dé lugar, gracias a que la estrategia política, por primera vez, en muchas décadas, está siendo rebasada por la observancia y participación social manifestada en vecinos de la colonia 2 de Abril, pensionados, jubilados, empresarios, maestros, ediles, contados diputados locales, etcétera.
Así las cosas, qué tanto le convendrá entonces al priismo poner al frente del CEN del PRI, a un dirigente como puede ser Enrique Ochoa Reza, o a un líder como puede ser Miguel Ángel Osorio Chong, quien puede seguir desgastándose en la Segob o pulirse en Insurgentes Norte 59…
Aunque faltaría por cuestionarse algo más importante que la sucesión de Manlio Fabio Beltrones en la dirigencia del PRI… ¿qué hacer con Manlio Fabio Beltrones? porque es evidente que no lo pueden dejar suelto pero tampoco lo pueden tener dentro. No la tiene fácil el PRI… ni en Veracruz ni en el Altiplano.
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