Quizá porque previo a un acto de brutal incongruencia política y responsabilidad con el pueblo de Veracruz, en una muestra del peor avasallamiento del que se tenga memoria, el Poder Legislativo, de la mano del presidente de la Junta de Coordinación Política, Juan Nicolás Callejas Arroyo, obligó a los legisladores locales a que votasen este jueves por la absurda basificación del personal de confianza.
Ese personal que sumado a un proyecto político, nunca entendió que así como llegó debió de haber abandonado el encargo, por congruencia y por lealtad institucional, y que opto por la cómoda perpetuándose en el encargo, a sabiendas que su periplo por la administración pública habría acabado con la salida de quienes les llevaron, pero que a la conchuda optaron por quedarse ahí, sin aportarle nada al estado, más que una mayor carga burocrática traducida en más gasto corriente.
Y es que no se trata de un cumplimiento a una demanda social, para nada, porque en ese mismo sentido, la medida se hubiera mejor aplicado desde el principio de la misma administración Duartista –cabe recordar que al arranque de su administración lanzo el programa de retiro voluntario, por la fuerte carga al erario-, pero como ya de todos es sabido, que de lo que se trata es de descomponerle el escenario de sucesión al siguiente gobernador electo, la medida se tenía que aplicar, a sabiendas del grandísimo costo económico, político y social que conllevará, mientras la sociedad observa las últimas acciones de una administración para olvidarse.
Y si se comprueba lo señalado por el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares respecto a que 15 mil de los 24 mil basificados, son aviadores. Y se suma pago de despensas y a empresas de funcionarios con 3% a la nómina, la acción ejecutada por los legisladores locales resulta ser un acto criminal.
Y es que en esa frenética reacción del Duartismo agonizante, el pasado miércoles por la noche se suscitó un evento que es de llamar fuertemente la atención.
Convocados de urgencia todos los miembros del gabinete en Casa Veracruz, en medio de gritos, reclamos y acusaciones entre los integrantes del gabinete estatal, el titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), Antonio Gómez Pelegrín, consiguió que cada uno de los secretarios de despacho se hiciera responsable de firmar con su puño y letra la deuda que tiene cada dependencia con sus respectivos proveedores.
Según información del reportero Jair García y publicada en el Diario La Jornada Veracruz este jueves, se describe como la reunión se desarrolló en medio de una fuerte tensión a convocatoria del mismo Ejecutivo, y a la que ninguno de los funcionarios se le permitió ingresar con su teléfono celular.
En el encuentro, la agenda contempló la aprobación de la basificación de más de 20 mil burócratas, así como hipotecar el Impuesto a la Nómina para pagar la deuda a proveedores.
Sin embargo, éste último punto, ocasionó una enorme discusión entre los funcionarios, pues casi todos los integrantes señalaban que el titular de la Sefiplan, Antonio Gómez Pelegrín, debía hacerse responsable de firmar el documento que contiene los pasivos, al ser esa dependencia la encargada de realizar los pagos.
Quienes estuvieron presentes confiaron que la discusión fue creciendo hasta llegar a los gritos y reclamos, y en un momento dado, el secretario de Finanzas sentenció que no cargaría con la culpa de la deuda, hecho que motivó la intervención del gobernador para exigir que cada secretario se haga responsable junto con sus directores jurídicos y administrativo para firmar los pasivos de cada secretaría generados en este sexenio.
De esta manera se comprueba una vez más que los colaboradores Duartistas no encuentran la forma ya de salir de la ratonera. Vaya lealtades de estos personajes, que resultaron unos verdaderos hampones.
Sextante
De reconocer y resaltar las medidas que la federación tuvo que tomar ante la actitud retrograda de las autoridades estatales para con un talento del teatro como lo es Abraham Oceransky, fundador y director del Teatro Libertad no sea literalmente echado a la calle, tras la intentona de desalojarlo del espacio que con tanto esfuerzo ha levantado.
Y es que la Secretaría de Cultura federal, a través de Antonio Crestani, director general de Vinculación Cultural, ofreció su apoyo al teatro La Libertad de Xalapa para hacer frente al emplazamiento de desalojo que le hizo el Instituto de Pensiones del Estado de Veracruz (IPE), dueño del predio en el que se encuentra ese espacio para la cultura. Al menos ya se comienzan a ver algunos esfuerzos de la población por respaldar al maestro a través de la plataforma Change.com que en estos momentos se encuentra recolectando firmas para mediante una carta dirigida al secretario de Cultura de México, Rafael Tovar y de Teresa, para evitar que el teatro La Libertad sea desmantelado y coartar sus actividades.
Esperemos que este teatro, ubicado en la avenida Ignacio de la Llave 105 en Xalapa, y que ocupa una mínima fracción del estacionamiento al aire libre del inmueble destinado al Programa "Manos Veracruzanas", coordinado por el DIF estatal se preserve.
Esperemos que Xalapa, capital de la cultura de muestras de congruencia y permita el rescate de tan importante espacio para el desarrollo de este arte escénico.
Al tiempo.
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