Lo cierto es que se va acercando más la fecha del cambio de gobierno y después de más de ocho décadas el Partido Revolucionario Institucional dejara el poder, y se derrumba en los escombros de un partido colapsado, y dividido en tres fuerzas políticas, las de los dos senadores Héctor y José Yunes y la del gobernador saliente Javier Duarte, que aunque desgastado por la guerra sucia y la perdida de la elección estatal, sigue teniendo sus activos y su fuerza natural que le otorga el ser el gobernador.
Esto solamente advierte dos cosas, que de permitirlo la sociedad, estaremos en riesgo de un gobierno autoritario, que no hay voluntad de parte de ninguno de los dos gobernadores de ponerle un freno al lodo, al desprestigio y a los señalamientos. La guerra está declarada, y solo uno será el ganador de la batalla. Que mientras que Veracruz enfrenta la peor crisis económica y miles de trabajadores pierden su patrimonio y sus empleos, ellos compiten a ver quién es más corrupto.
Mientras que sigue incrementando el número de muertos víctimas de la delincuencia, sigue la lucha por saber quién tiene más propiedades en el extranjero, o quien ha robado más para acumular tanta riqueza, almenos eso es de lo que se acusan ante las autoridades.
Tenemos que hacer un llamado a la reconciliación política, a enfrentar con honor los retos futuros, y dejar de lado la confrontación, como método de campaña. Hay que darle paso a las acciones, a las soluciones de los problemas, de corregir los errores del pasado si, pero con propuestas, que sean solución a la grave inseguridad, el desempleo, la mega deuda, la quiebra financiera.
Quienes queremos a Veracruz sabemos que actuar con responsabilidad, es actuar con irrestricto respeto a las instituciones del estado, y hoy el pueblo de Veracruz otorgo su confianza a Miguel Ángel Yunes, un hecho histórico sin duda, y frente a ese escenario debe de haber reconciliación y respeto, que abone el fortalecimiento del estado, independientemente de partidos o colores. Lo que está en juego es la gobernabilidad del estado.
Pensar en futurismos es egoísta, he escuchado que incluso ya se apuntan los que aspiran para la gubernatura en 2018, sin duda todos con aspiraciones legítimas. Lo sorprendente es pensar si no les da vergüenza en las circunstancias que se encuentra el estado, y las familias que viven en una incertidumbre total. Por qué no le entran a las acciones, a la propuesta seria y al debate.
Los tres senadores Héctor, José y Fernando tiene toda la facultad y embestidura para exigir orden, sin importan que sean emanados del PRI o del PAN, son representantes populares, aunque Héctor con su licencia que está a punto de terminar, estoy segura no le faltan tamaños para ser factor de gobernabilidad. Parece que el gobierno federal no se da cuenta, que el odio entre los dos gobernadores se está llevando a Veracruz a la debacle.
La guerra de denuncias en instancias federales y estatales entre ellos solo refleja el odio desmedido y la falta de madurez o responsabilidad en su afán quizá el PAN y el PRD de jalar reflectores para las próximas elecciones municipales, trata de seguir desprestigiando a el gobernador saliente Javier Duarte, de lo mismo que acusa el PRI al gobernador electo, y compiten por saber quién se enriqueció más.
Lo que no saben, es que mientras se desgarran en esa lucha frontal el partido Morena, sigue ganando terreno en territorio veracruzano, y como un fenómeno silencioso puede dar sorpresas en las próximas elecciones municipales.
Los ciudadanos están hartos de la descomposición política y ante un escenario adverso y con tantas necesidades, que no son atendidas por la clase política tradicional, voltean a ver con Morena que crece de forma imperceptible.
Tiene que haber un emplazamiento a la concordia y a la propuesta, Miguel Ángel será gobernador, es un hombre experimentado en el gobierno, astuto como visceral, pero también sé que quiere a Veracruz, y por ello tendrá que hacer un esfuerzo por recuperar la paz social, la gobernabilidad del estado y la estabilidad financiera que es tan urgente.
Para ello Miguel Ángel tendrá que rodearse de personas expertas en cada uno de los temas de la agenda prioritaria del gobierno, si no lo hace y reparte las principales posiciones entre simpatías partidistas y amigos compadres, esto no abonara al “rescate del estado”.
Es urgente por ejemplo que vaya ya trazando su plan de trabajo en materia de seguridad, creo que muchos de los veracruzanos que votaron por él, le apostaron a su experiencia en materia de seguridad, ojala supere esas expectativas. Es ahí en donde tienen que tener toda la atención el plan de trazará para que en la entidad se mantenga el estado de derecho, se termine la corrupción, y haya desarrollo económico y social que tanto se necesita. Miguel Ángel tiene hoy la oportunidad de hacerlo, y lo logrará si mantiene la cordura política y dentro de la pluralidad de partidos y de ideas trabaja, por el bien de Veracruz. |