Pero ayer, el senador Pepe Yunes se sumó a la inquietud popular y respaldó a los coatzacoalqueños presentando ante el pleno de la Cámara de Senadores un punto de acuerdo para exhortar al Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) a intervenir en toda la zona sur para garantizar la seguridad.
Pepe expuso que el sur sufre una grave crisis por el aumento de la criminalidad, ya que a pesar de los esfuerzos de los presidentes municipales de Coatzacoalcos, Minatitlán y Cosoleacaque, la ola delictiva ha rebasado los esfuerzos cotidianos de las autoridades.
Por ello dijo que era urgente la intervención de las fuerzas federales y apoyó su petición citando cifras oficiales que calificó de “alarmantes”: el año pasado se registraron 565 homicidios dolosos, 97 secuestros y 102 extorsiones, mientras que en este año se calcula que los secuestros se han duplicado y los homicidios y robos a mano armada en la zona son “impresionantes”.
Justo es decir que también el Gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares y el senador Fernando Yunes Márquez han estado haciendo la misma demanda y han expresado preocupación por el problema y solidaridad con los habitantes de la zona, mientras que anoche se informó que el otro senador veracruzano, Héctor Yunes Landa, sostendrá este viernes una reunión sobre el tema con las fuerzas del orden en la 29 Zona Militar con sede en Minatitlán donde estarán presentes representantes de diversas dependencias relacionadas con la materia.
Así, Duarte quedó mal con los paisanos de su esposa Karime, Osorio Chong no le hizo caso a su dicho de que “la responsabilidad es nuestra” y finalmente intervino, y no se cree que el Presidente le vaya agradecer la defensa interesada que intentó hacer de él. O sea, quedó mal con todos.
Todo ello en vísperas de la que se espera gran “marcha por la paz” que tendrá lugar mañana por la tarde en Coatzacoalcos convocada por la Canaco local y a la que se ha sumado activamente la Iglesia católica.
Qué demora el relevo del PRI en Veracruz
Parece que el dirigente nacional del PRI, Enrique Ochoa Reza, ya se entrampó en el caso Veracruz.
Su bandera y su discurso emblemáticos de combate a la corrupción entre los gobernantes de su partido y su amenaza pública de expulsarlos le están costando frenar el relevo en la dirigencia estatal.
Sin tener un motivo personal para emprenderla en contra de Javier Duarte, pero para usarlo como ejemplo de un gobernador corrupto al que hay que expulsar, como dirigente marcó distancia del veracruzano y ni siquiera quiere encontrárselo ocasionalmente ni que se le cruce en su camino.
Ese ha sido el motivo por el que se ha negado a visitar Veracruz dentro de su gira por todo el país para entrar en contacto territorial con la militancia tricolor, pues sólo pretende hacerlo, según repite, hasta que Duarte ya no esté en el gobierno porque no quiere que asista a uno solo de los actos a los que venga.
Por esa misma razón es que ha ordenado detener el relevo en el estado cuando ya está decidido que Jorge Carvallo Delfín sustituya a Felipe Amadeo Flores Espinosa, porque no quiere que asista el gobernador al Consejo Político Estatal que validaría el cambio.
No se sabe si las circunstancias políticas como el hecho de haber perdido la gubernatura y la urgencia de confeccionar la lista de los posibles candidatos a las presidencias municipales que contenderán en 2017, 106 de las cuales serán mujeres, lo obligará a cambiar de actitud.
En el priismo veracruzano sí hay preocupación porque corre el tiempo y quieren tener certeza con quién van a trabajar y se van a entender y alrededor de quién van a tratar de reconstruir la estructura tricolor que quedó seriamente resquebrajada con el resultado del pasado 5 de junio.
Pero Ochoa Reza ofreció la cabeza de Duarte y es la hora en que no cumple ni creo que tenga serios elementos para expulsarlo hasta en tanto la Procuraduría General de la República y la Fiscalía General del Estado no determinan su culpabilidad ante la serie de señalamientos de que ha sido objeto.
Mientras el tiempo pasa, Amadeo se concreta a tratar de desapendejar a la estructura tricolor porque está consciente de que no le tocará manejar el proceso municipal y el nuevo dirigente no llega para ponerse a trabajar de inmediato cuando ya urge que lo haga porque el proceso electoral comienza el próximo mes de octubre.
El problema del PRI no es determinar quién asumirá las riendas sino cuándo, por lo que un empujón del nuevo titular de la Sedesol, Luis Miranda Nava, ante su amigo y compadre Enrique Peña Nieto abogando a favor de su otro gran amigo veracruzano, Jorge Carvallo, podría precipitar el relevo enviando en todo caso a la Secretaria General del CEN Carolina Monroy a sancionar el cambio o viniendo Ochoa Reza y haciendo que por coincidencia ese día se enferme Duarte y no asista.
Carvallo recibe respaldo
Al político de Lerdo de Tejada el mismo Ochoa Reza lo ha reconfirmado no sólo en privado sino en forma más abierta, como sucedió la noche del pasado martes ante testigos de calidad reunidos en el restaurante “Sir Winston Churchill’s” en el área de Polanco, Lomas de Chapultepec, en la Ciudad de México (está decorado al estilo Tudor inglés).
Ahí se reunió toda una camarilla de encumbrados priistas para festejar al presidente del CEN quien el 1 de septiembre cumplió 44 años, y entre escalopas de abulón, paté de salmón y trucha ahumados, así como filetes Willington, espadas de camarón y roast beef horneado, trataron sobre tres temas: el rumbo y futuro del priismo nacional, la elección del Estado de México donde habrá cambio de gobernador, y la situación de Veracruz y la renovación de su dirigencia.
Sobre la mesa, al más puro estilo de la democracia priista, Ochoa Reza dijo que ya estaba decidido que fuera Carvallo, ahí presente, lo que todos los demás invitados avalaron y le ofrecieron su apoyo “incondicional”.
¿La nómina de los asistentes? Aquí algunos nombres: Carolina Monroy del Mazo, secretaria general del CEN y prima del presidente Peña Nieto; Cristina Díaz Salazar, senadora dirigente nacional de la CNOP, el sector popular del PRI; Quirino Ordaz Coppel, gobernador electo de Sinaloa; César Camacho Quiroz, líder de la bancada priista en la Cámara de Diputados; y Enrique Jackson Ramírez, diputado federal y un viejo conocido de los veracruzanos.
También: Jorge Carlos Ramírez Marín, vice coordinador del PRI en San Lázaro; David López Gutiérrez, líder de los diputados locales en el Congreso de Sinaloa y ex titular de la Coordinación de Comunicación Social del Gobierno Federal; Salvador Jara, ex gobernador interino de Michoacán y actual Subsecretario de Educación Superior de la SEP; Carlos Iriarte Mercado, dirigente del PRI estatal en el Estado de México; y Jorge Estefan Chidiac, presidente del CDE tricolor en el estado de Puebla, entre otros.
El tuxtleco, tiene que reconocérsele, ha estado moviéndose aprovechando su calidad de diputado federal y su cercanía con los mexiquenses, como también lo testimonia la foto que manejó en su cuenta de Twitter en la que se le ve mientras el entonces Secretario de Desarrollo Social, José Antonio Meade, hoy Secretario de Hacienda, lo abraza durante la tercera reunión plenaria del grupo legislativo tricolor que se celebró en la Ciudad de México el pasado 30 de agosto, teniendo como testigo a César Camacho Quiroz, líder de la bancada tricolor en San Lázaro. |