La muerte de cinco militares en Culiacán, Sinaloa, tras ser atacados por cerca de 40 sicarios del cartel de Sinaloa, es la quinta tragedia que vive el Ejército Mexicano durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Con este ataque, la cifra de soldados muertos en el combate al narcotráfico desde diciembre de 2006 se elevó a 485.
Antes de lo ocurrido en Culiacán, la baja más numerosa se dio con el derribo de un helicóptero Cougar 1009 de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el primero de mayo de 2015 en el estado de Jalisco, ataque en el que perecieron ocho militares y un policía federal.
Aquella mañana en Jalisco viajaban en el helicóptero miembros del Cuerpo de Fuerzas Especiales (CFE), quienes fueron atacados desde tierra con lanzacohetes y armas de alto poder cuando estaban a punto de descender en un caserío cercano a Villa Purificación para detener el líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho.
En esta ocasión, cinco soldados fallecieron y otros diez resultaron heridos, con quemaduras graves y amputaciones.
Fueron víctimas de una emboscada. El ataque duró cerca de 40 minutos y varias granadas fueron lanzadas en contra de los carros militares.
El Ejército afirma que el Cártel de Sinaloa quiso rescatar a uno de los suyos, que los militares llevaban en custodia dentro de una ambulancia porque antes había sido herido en un enfrentamiento en las proximidades de Badiraguato.
Sin embargo, también ha circulado la versión de que el grupo de los Beltrán Leyva, liderado ahora por Alfredo Beltrán Guzmán, alias "El Mochomito", fue el responsable de este episodio. El hombre al que se llevaron los atacantes es Julio Óscar Ortiz Vega, alias "El Kevin", brazo derecho de Aureliano Guzmán Loera, hermano de "El Chapo" Guzmán quien, junto con sus sobrinos Alfredo e Iván Archivaldo Guzmán, gobierna hoy el Cártel de Sinaloa.
El ataque encendió los ánimos en las más altas esferas de la milicia.
El secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos Zepeda, denunció el pasado fin de semana: “De manera cobarde y ventajosa nuestros soldados fueron emboscados por un grupo de enfermos, insanos, bestias, criminales con armas de alto calibre, seres sin conciencia, que basan sus acciones en atemorizar a gente de bien”.
Y fue contundente en su amenaza:
“Que las organizaciones criminales sepan que no descansaremos hasta que sean juzgados por sus delitos con todo el rigor de la ley (…) sepan que vamos con todo, con la ley en la mano y la fuerza que sea necesaria. Nadie por encima de la ley, que la fuerza que apliquen tendrá la respuesta que corresponda por parte de la autoridad”.
El Ejército Mexicano está con nosotros, los ciudadanos de paz, los que salimos todos los días a ganarnos el pan de una manera honesta.
El Ejército Mexicano está en las calles para protegernos.
Por eso duele tanto saber que lo pagan con su vida.
filivargas@gmail.com |