Que no ganaría la gubernatura. Yunes Linares arrasó a vara alzada en las urnas con más de un millón de sufragios a su favor.
Que Javier Duarte de Ochoa jamás renunciaría ni iría a la cárcel. Ya pidió licencia y dejó la gubernatura. El siguiente paso es cuestión de tiempo.
Que los tribunales no le ratificarían el triunfo. Ya lo hizo el estatal y este mismo mes, el TRIFE validará lo que los veracruzanos decidieron con su voto.
Aún por estos días, se siguen esparciendo rumores fantasiosos para ingenuos y ociosos de que “algo va a pasar” y no será gobernador. Una vez más se quedarán con las ganas de que esto suceda.
Les pronostico, amigas y amigos, que a pesar de desesperados intentos por obstaculizarle con enormes piedras el camino, Miguel Ángel Yunes es el próximo gobernador de Veracruz y asumirá el poder a partir del primero de diciembre.
Aunque hay que admitir que, después de haber declarado que en diciembre revelará información que “cimbrará al país”, aumenta el riesgo de que quieran atentar contra su vida.
Ya ingresó por la puerta principal a la historia por haber derrotado al PRI por primera vez en 87 años de hegemonía y contribuido con sus declaraciones y acciones para la dimisión del gobernador Javier Duarte.
Falta lo demás. Llevar a prisión a quienes saquearon las arcas del gobierno del estado y obligarlos a reintegrar lo robado, exiliar de Veracruz a los cárteles del crimen organizado y devolver la seguridad y tranquilidad a las familias veracruzanas.
Si el “Bronco” Jaime Rodríguez no ha cumplido su promesa de encarcelar al ex gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, y Gabino Cué tampoco pudo enviar a prisión a su antecesor, Ulises Ruiz, no importa. Veracruz es otra cosa.
Viene lo peor para Javier Duarte y sus amigos: la cárcel.
Y viene lo mejor para Veracruz con Miguel Ángel Yunes como gobernador. Confío en no equivocarme.
|