Tony Macías Yazegey dejó sus fanfarronadas para pasar al papel de víctima. Se dice acosado, hasta aduce tortura psicológica porque en la calle, personal de la PGR está latente, no a sus movimientos en sí, sino a la posibilidad de que su yerno incómodo, el personaje por el que se ofrece hasta 15 millones de pesos por quien aporte datos para su localización, llegue al 401, de la calle Puebla esquina con Tamaulipas, de la colonia Petrolera en Coatzacoalcos, por la única razón que abre esa probabilidad: los hijos de Javier Duarte y Karime Macías, que desde que se dieron a la fuga, los alberga el abuelo.
II
La presencia de elementos de la PGR en la calle por donde vive el suegro de Javier Duarte de Ochoa no es nueva. Tienen 45 días esperando que llegue el fugitivo. Incluso, si los suegros o los hijos salen, se les sigue no por “acoso” o cualquier otra justificación que encuentre Macías Yazegey a la actuación de las autoridades, sino siempre en la posibilidad de que la fraternidad de Javier Duarte, o la maternidad de Karime, se hiciera presente, nada más. Por cierto, que se sepa, no hay orden de aprehensión para la esposa del fugitivo,
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Al principio, Tony Macías “se hacía el chistoso”. Se acercaba a los elementos y él mismo les decía que en momentos saldrían a la Plaza, al dentista, a la oficina… incluso, todavía hace más de una semana, les anunciaba que se iba a ir con su familia a Chiapas, primero, porque decía que no quería estar en la toma de protesta de Miguel Ángel Yunes Linares; poco después se sabría la verdadera razón: el matrimonio Macías-Tubilla quería ir, con todo y nietos (tanto los hijos de Karime como los de Mónica), a la boda de su sobrina-nieta Layla, quien contrae nupcias este 18 de noviembre… pero no, al final, quien se trasladó a Chiapas fue nada más Tony Macías, pero de entrada por salida, y sólo para rentar una casa… ¿quizás para algunos familiares que lleguen a pernoctar allí antes y después de la esperada boda?
III
En Coatzacoalcos, la primera impresión que había en las noticias, era que la casa de Macías Yazegey estaba siendo cateada. Un grupo de abogados encabezados por Rodolfo de la Guardia García y actuarios, convocaron a prensa, y al ver a elementos de la Gendarmería y PGR allí, dieron por sentado que se estaba cateando el domicilio, pero no. Sólo se quería constatar la presencia de las autoridades federales porque el suegro de Duarte de Ochoa, tras 45 días, se dice acosado y pidió el “desalojo de la calle” de esos elementos.
Por supuesto, si las autoridades judiciales consideran que la vigilancia no es para la familia Macías-Tubilla, sino para esperar un posible arribo del yerno incómodo así como de la hija, será validada la vigilancia…
Mientras, Tony Macías ya dejó de hacerse “el Chistoso”... ya no bromea con sus amigos diciendo que cuenta con doble escolta… ya no da su itinerario a las autoridades federales… ahora, es “la víctima”...
Y es posible que así sea, que sea una víctima pero no de la vigilancia de la PGR, sino en un momento dado, del atraco que cometió Duarte de Ochoa, del que de seguro, Macías Yazegey no se dio cuenta como tampoco lo hizo su hija… total, él estaba más ocupado cuidando la prosperidad de sus negocios que en cuidarle las manos a su yerno.
Tula vs Salud
Y cerca de las seis de la tarde de ayer, la titular de Sefiplan, Tula Guerrero, por fin recibía a los delegados de la Sección 26 de Servicios de Salud, pero no crea que fue para conciliar o negociar, fue directo, al grano: Como no estaban en la agenda de negociación, pues tampoco habrá recurso para las demandas que plantean, entre ellas, bono para uniformes, un retroactivo y primera parte del aguinaldo. La respuesta de la Sección 26 ha de verse este jueves, con plantones, bloqueos y la suma a su manifestación con maestros y policías. Tula Guerrero ya enseñó que la política no es ni será lo suyo.
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