En tiempos de López Portillo, cuando se nacionalizó la banca, se nos dijo que eso sería la panacea contra la voracidad de los banqueros. “Ya nos saquearon, no nos volverán a saquear” les escupió en su último Informe.
Pero años más tarde resultó que siempre no; que mejor vamos a devolverle la banca a los banqueros. Y ahí tienes al populacho pagando la diferencia.
Luego vino la crisis de devaluatoria de 1994 y el famoso rescate bancario. ¿Quién lo pagó? Pues aquí sus bueyes.
Lo mismo sucedió con las carreteras que fueron cedidas a la iniciativa privada quesque porque iban a ser de Primer Mundo y más económicas. Pero puro cuento.
Cuando los empresarios se dieron cuenta que no iban a poder con el negocio se las regresaron a la federación, pero le exigieron los miles de millones de pesos invertidos. Como la federación no tenía para pagar, sacó el dinero de nuestros bolsillos y a ese asalto se le llamó rescate carretero.
La crisis política, económica, financiera y social que padece Veracruz se debe, no a idioteces, sino al saqueo de un ladrón convertido en gobernador y su camarilla de gañanes.
¿Por qué tiene que ser tarea de todos pagar por ese atraco? ¿Acaso Duarte nos invitó a robar?
Los directivos de ese diario que hasta hace unos meses ensalzaban a Duarte hasta la náusea, debieron haber pensado un poquito antes de escribir ese balazo. Si quisieron congraciarse con el nuevo gobernador, es evidente que la regaron.
Lo que Miguel Ángel Yunes expresó el pasado lunes es que JDO nos dejó un estado jodidísimo; que hay broncas para pagar salarios y aguinaldos y que debido a todo esto Veracruz se declara en emergencia financiera. Pero nunca, ni por asomo, nos sugirió que nos mocháramos con lo que sea nuestra voluntad.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO), si tuviéramos que pagar nada más la deuda estatal que es de 45 mil 446 millones de pesos, cada uno de los 8 millones 112 mil 505 veracruzanos (sin distinción de edad, sexo, credo o posición social) deberá desembolsar 5 mil 162 pesos. Conste que nada más estoy hablando de la deuda estatal. Faltarían otras minucias que suman alrededor de 60 mil millones de pesos.
Cinco mil pesos es lo que gana en promedio un veracruzano al mes. Los que trabajan, claro. Pero, ¿qué van a hacer para pagarlos los 90 mil desempleados que hay desde noviembre; el millón de desempleados que ya estaban y los 500 mil miserables que dejó Javier Duarte?
¿De dónde va a juntar ese dinero un abonero, un vendedor de raspados o los cientos de miles que viven del comercio informal?
Insinuar siquiera que es nuestro deber sacar a Veracruz de esta crisis, es una afrenta para un pueblo que ha sufrido impotente doce años de atracos. Y eso no se vale.
Nadie votó por Miguel Ángel Yunes porque sea un dechado de honradez, sino porque prometió que cuando llegara a la gubernatura entambaría a Javier Duarte y lo obligaría a regresar lo que se llevó.
Bueno, pues ahora que cumpla el señor.
Pero que nosotros paguemos lo que se robó ese hampón perdulario, ni madres. Ni lo piensen. No la jodan.
Vacaciones
Estimado Lector, me voy de vacaciones. Bueno es un decir, sin dinero no llegaré ni a Xico. Estaré en casa leyendo y aprovecharé para disfrutar a mi querida Xalapa. Nos vemos el lunes 2 de enero.
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