Alma grande.
Ángel Álvaro Peña.
 

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Miente Peña Nieto
2016-12-28

  • La liberación de precios de la gasolina pone en entredicho la palabra empeñada por Enrique Peña Nieto durante su campaña, quien ante notario público firmó una serie de compromisos que, a más de la mitad de su sexenio, están muy lejos de cumplirse.


 


Para el primer año de su gestión, el gobierno federal había gastado la cuarta parte de su presupuesto anual de publicidad oficial en promover las reformas estructurales, equivalente a más de mil millones de pesos.


Desde luego que la privilegiada es la televisión, concentrando 33% del gasto, es decir, mil 392 millones. En segundo lugar, se encuentra la prensa escrita con 18%, 736 millones y, en tercer lugar, la radio con 14%, o sea 584 millones.


Se ha convertido en una costumbre para los funcionarios públicos prometer sin cumplir. Una es la personalidad que muestran en campaña y otra, muy diferente, la que tienen una vez que han asumido el poder.


Así ha sucedido en los distintos ámbitos de nuestra política, desde el presidente de la República, quien aseguró que la reforma energética bajaría las tarifas de energía eléctrica y combustibles, resultando todo lo contrario, hasta el Bronco en Nuevo León, cuya bandera de campaña fue la de encarcelar a los políticos deshonestos que le antecedieron, nunca ha habido siquiera un juicio contra Rodrigo Medina o su gente.


Ahora, en Veracruz, se espera que la palabra empeñada cuando era candidato el gobernador Miguel Ángel Yunes, corresponda a la esperanza en él puesta por los veracruzanos.


Si Pemex no hubiera anunciado la liberación de precios de la gasolina, el desabasto hubiera sido mucho menor.


Para que haya desabasto de gasolina en un país productor de energéticos se requiere algo más que una irresponsabilidad oficial, al anunciar que los precios del combustible se liberarán.


Se requiere de gasolineros ambiciosos, acostumbrados a dar litros de 800 mililitros y una población, dependiente del automóvil, que tiene en los medios la principal fuente de información oficial.


Ante la incapacidad del gobierno de darse a entender con los ciudadanos que representa, sobre todo luego de una campaña exagerada y costosa de difusión donde se anunciaba que la reforma energética reduciría los precios de la gasolina.


El 27 de diciembre se anunció oficialmente que, a partir de enero, la gasolina Magna, Premium y el diésel tendrán incrementos en promedio de 14.2, 20.1 y 16.5% respectivamente, con respecto al precio máximo observado en diciembre de 2016, informó la Secretaría de Hacienda.


Así, la gasolina Magna subirá de 14.63 pesos a 15.99 pesos, la Premium de 14.81 a 17.79 pesos y el diésel de 13.98 a 17.05 pesos en promedio, el precio variará en las 90 regiones en que se dividió al país, que corresponden a las zonas que abastece la infraestructura existente de almacenamiento y reparto de Pemex.


A partir de ese momento las gasolinerías del norte del país, principalmente en San Luis Potosí, cerraron sus bombas, dieron vacaciones a la mayoría de sus empleados y se dedicaron a esperar a que el combustible suba de precio.


A pesar de que la SHCP indicó que los precios máximos de los combustibles se ajustarán con mayor frecuencia que en 2016, los gasolineros prefieren especular de una vez con este gran brinco de precio, antes de que haya reglas que lo sancionen.


Desde la entrega anterior de Alma Grande dimos cuenta de la especulación que se realizaba en la carretera entre San Luis Potosí y Monterrey, donde la inconformidad de los automovilistas llegaba a la agresión física y verbal, contra los empleados de las gasolinerías que aseguraban que había desabasto, mientras Pemex emitía boletines negando dicha situación.


Por su parte, el director general de Pemex Transformación Industrial, Carlos Murrieta Cummings, negó primero que hubiera crisis por falta de combustible, y llamó a evitar compras de pánico en entidades donde se han reportado tomas clandestinas, como en San Luis Potosí.


Anunció que se ha registrado un aumento de entre 20% y 40% en la venta del energético, y “eso es lo que genera el estrés al llevar el producto a las estaciones de servicio”.


Murrieta Cummings admitió que además de las compras de pánico en San Luis Potosí se han detectado tomas clandestinas en el ducto que lleva combustible del Bajío a Guadalajara, y eso ha provocado que el suministro se pare hasta por ocho horas, además de que “puede generarse un derrame que sería muy grave”.


En el Bajío, para abastecer de combustible se tiene que transportar desde varias zonas de México, lo que afecta gravemente a ciudades como Morelia.


Sin embargo, es en las carreteras donde el desabasto se confunde con la especulación y no hay autoridad alguna que determine dónde empieza una y termina otra.


Finalmente Pemex reconoció el desabasto, del que muchos gasolineros se aprovechan y señaló que puede notarse en una tercera parte del país. Debido a una medida tomada por la empresa, luego de que las refinerías empezaron a fallar en el envío a las terminales de almacenamiento.


El presidente de la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, Pablo González, señaló: “En septiembre los empresarios nos dimos cuenta que empezaron a fallar las refinerías en el envío por poliducto a las terminales de almacenamiento. Se hizo una revisión en el marco de protección de vida a las personas que trabajan en las refinerías y se desmantelaron los equipos que estaban en malas condiciones”,


Desde esa fecha se inició la reparación de equipos en malas condiciones, lo que provocó que algunas refinerías pararan o trabajen al 20% de su funcionamiento. Si a esto le sumamos que en algunos lugares el desabasto se debe a las tomas clandestinas, como ocurrió en Guanajuato, encontramos que la situación de lo que fuera la empresa más importante del país es insostenible.


El líder de los gasolineros señala con precisión: “En otros lugares sigue atacando los poliductos la delincuencia organizada, y hay problemas graves en San Luis Potosí, en Guanajuato, en Michoacán y en Puebla, y creo que también en Sinaloa el poliducto se clausuró, tiene como mes y medio sin trabajar, todo se está llevando por tierra, entonces es un problema de logística… No hay pipas suficientes en el país para reemplazar el transporte que se realiza por el poliducto”.


Es decir, los gasoductos no son utilizados debido al alto índice de delincuencia, lo cual habla no sólo de la falta de capacidad de la empresa sino de complicidad de algunos de sus trabajadores, quienes avisaban cuándo se limpiaban los ductos, para que el crimen organizado operara en el robo de combustible.


González también se refirió al anuncio de la liberación de los precios de la gasolina, e indicó que los empresarios gasolineros consideran que Hacienda cometió un error al no dar las reglas y metodología con anticipación.


Además, señala que existe chantaje en Pemex al tratar de obligar a algunas estaciones de servicio a firmar un contrato nuevo de venta de primera mano y comercialización que sustituirá al vigente y empezará a regir a partir del primero de enero de 2017, lo que incrementa el desabasto.


La reforma energética está muerta, Pemex agoniza y los consumidores de gasolina padecen la improvisación e ineficiencia de un gobierno que no se ve por ninguna parteEsta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.


 


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