Dos temas, sólo dos temas son en los que se debe concentrar la administración de Miguel Ángel Yunes Linares. Si los resuelve, si sale adelante, se ganará el reconocimiento de los veracruzanos y podrá imponer a quien quiera para sucederlo, el próximo año.
Seguridad y finanzas.
El problema es que es precisamente en esos dos rubros donde la actual administración estatal no sólo no avanza, sino que –incluso- retrocede.
En un predio del municipio de Rodríguez Clara, aledaño a la carretera que conduce de Sayula a Ciudad Alemán, fue encontrado el cuerpo sin vida del ganadero Rubén Cruz, de 38 años de edad.
La víctima, quien era conocida como “El Chino” y era originario de la comunidad Medias Aguas, del municipio de Sayula de Alemán, fue secuestrada la mañana del lunes, cuando iba a bordo de su camioneta.
El cuerpo estaba maniatado y con el rostro cubierto. Cerca de él fue encontrado un mensaje en el que se le acusaba de dedicarse al robo de combustible.
Mientras tanto, en Tihuatlán, un comando armado irrumpió en el centro de salud de la comunidad El Horcón y se llevó a dos doctoras.
El grupo armado, de al menos cinco personas, sometió a pacientes y personal del centro de salud y por la fuerza se llevó a las dos mujeres, identificadas como Rosario González Pedroza y Rosa Cruz Salazar.
En Xalapa, Luz María Reyes Huerta, integrante de la Red de Mujeres Feministas, dio a conocer este martes que en la entidad veracruzana se cometieron al menos 24 feminicidios tan sólo en el mes de febrero, casi a uno por día.
La activista llamó la atención sobre el compromiso hecho por el gobernador de realizar acciones contundentes y específicas, y lamentó que hasta la fecha no se vean los resultados.
Si a ello se le agrega que las ejecuciones no cesan, que los grupos criminales han desafiado la autoridad estatal al arrojar cuerpos en zonas de fuerte impacto social, se entiende que Miguel Ángel Yunes Linares recurra a las autoridades federales y admita (sólo ante ellos, por supuesto) su incapacidad para poner freno a tanta violencia, y pida que además de los elementos de la Secretaría de Marina, los soldados del Ejército Mexicano, y la Gendarmería de la Policía Federal, se envíen a Veracruz comandos de la llamada “Policía Militar”.
Utilizando exactamente los mismos argumentos de su antecesor, Javier Duarte, el actual mandatario estatal atribuye el repunte de la violencia en Veracruz a “un recrudecimiento de los hechos delictivos en todo el país”.
Como suele hacerlo con cada problema que se le complica, Yunes Linares le asignó a los gobiernos de Fidel Herrera y de Javier Duarte la responsabilidad de que hoy la inseguridad se manifieste sin control alguno: “Veracruz tiene 12 años entregado a la delincuencia organizada. No está resuelto el problema, no estoy satisfecho, pero el esfuerzo lo estamos haciendo todos los días incluyendo los domingos. En 97 días de mi gobierno no se ha dejado de trabajar en el esfuerzo por mejorar la seguridad y todos los días se toman decisiones al respecto”.
La verdad, parece que estoy escuchando al director técnico del Cruz Azul, el español Francisco Jémez: El equipo trabaja intensamente, se entrega en la cancha y juega mejor que el rival… pero no gana.
Ya va siendo hora de que Yunes Linares deje a un lado los pretextos y empiece a entregar resultados.
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Epílogo.
La frase se la atribuyen al físico alemán Albert Einstein: “Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes”. No pueden pretender que los grupos legislativos en el Congreso local acepten ahora lo que rechazaron el pasado 28 de febrero. El dictamen de la Comisión de Hacienda del Estado debe incorporar las observaciones que han hecho todas las bancadas, si quieren que la solicitud del gobernador sea aprobada. Ya no hay tiempo. *** Este martes la sesión de la Comisión Permanente de la Legislatura local tuvo que entrar en receso, hasta que la Comisión de Hacienda y la Junta de Coordinación Política definan los términos del dictamen y se alcancen los acuerdos necesarios con todas las fuerzas políticas. En la orden del día está contemplado que se cite a una nueva sesión extraordinaria del Pleno, pero no tiene caso convocar si no se han alcanzado los acuerdos. *** Circuló como un mero chisme, después se difundió una versión fantasiosa. Lo cierto es que durante la fiesta de la familia Kury, el empresario Othón González y el diputado federal Alberto Silva se hablaron fuerte, aunque no llegaron a los golpes. Lo que provocó la caída del empresario fue un empujón con el hombro por parte del legislador, y el escaso equilibrio que a esas horas de la madrugada tenía. El incidente no pasó a mayores y el golpe que se dio en la cabeza Othón González apenas le dejó un leve chichón.
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