¡Ah pero qué ingenuos se los imaginó!
El plan, bien visto, hasta parece ingenioso. El gobernador Miguel Ángel Yunes Linares decreta que durante su administración no habrá dinero del gobierno para los medios de comunicación (“porque son empresas, no son entidades públicas”) y anticipa: “Prefiero que el costo para los veracruzanos sea la imagen del gobernador y no un costo económico que afecte las finanzas públicas del gobierno”. (¿Hay, acaso, “finanzas privadas del gobierno”?).
Con ese sacrificio de su imagen, por el bien del tesoro público, Yunes Linares deja asentado que aquel medio o periodista que lo critique lo hará porque le fue cancelado el convenio de publicidad con el que se compraba su pluma y su conciencia, con lo que lo estará descalificando de antemano.
Aclara que no pagará para que lo elogien, y que “si alguien lo quiere hacer, que lo hagan, pero no se le pagará”.
Estamos, pues, a las puertas del oscurantismo.
¡Claro que sí pagará Miguel Ángel Yunes Linares a las plumas y a los medios que son sus aliados! Pero lo hará de forma subrepticia, sin documentos de por medio, de manera que no quede huella alguna de sus transacciones.
Las tres anteriores administraciones estatales documentaron cada acuerdo comercial y reclamaron que se facturara cada peso que era pagado (y hasta los que no). Es por eso que hoy Yunes Linares puede asegurar que durante la gestión de Javier Duarte se aplicaron 8 mil 500 millones de pesos en convenios con medios de comunicación, porque tiene en su poder los documentos que lo acreditan.
Lo que él pretende, ahora, es que no haya documento alguno que exhiba el trato que tendrá (y que ya tiene) con algunos medios de comunicación.
El gobierno estatal es responsable de difundir mensajes que deben llegar a toda la población, desde campañas de salud, hasta avisos de Protección Civil, o incluso de Seguridad Pública. Miguel Ángel Yunes Linares está obligado, además, a informar a la sociedad sobre lo que hace o deja de hacer.
Suponer que la difusión de su gestión por las redes sociales será suficiente, es como imaginar que contratando un servicio de perifoneo la sociedad habrá de enterarse de sus anuncios.
Para que el mensaje del gobierno llegue hasta el último rincón de la entidad, es menester recurrir a los medios de comunicación, los que cobran por sus servicios. No es dinero regalado, y no es para comprar elogios. Si así fuera, ya podría ir sugiriéndole a su hijo el mayor, Miguel Ángel Yunes Márquez, que acabe con los convenios que el ayuntamiento de Boca del Río mantiene con los más importantes medios de la zona conurbada.
El propio Miguel Ángel Yunes Linares contrató los servicios de importantes medios durante su paso por el ISSSTE. ¿Acaso en ese entonces sí era válido “pagar para que lo elogiaran?
Yunes Linares no inventa el hilo negro al afirmar que el trato entre el gobierno y los medios estaba viciado. Dice lo mismo del trato entre empresarios y la administración estatal, o entre el Poder Ejecutivo y los Poderes Legislativo y Judicial.
Todo eso es cierto, pero nada hasta ahora nos garantiza que eso no sucederá en su administración.
Puso como ejemplo del respeto a los encargados de impartir justicia, el caso de la periodista, exfuncionaria municipal en Boca del Río y hoy diputada local por el PAN, Maryjose Gamboa. Afirma que fue injustamente enviada a prisión y el Poder Judicial lo solapó. No pone, sin embargo, ningún ejemplo de que ahora las cosas sean distintas. Lo que sabemos fue que presionó para que quedara al frente del Tribunal Superior de Justicia un aliado suyo, Edel Álvarez Peña (priista y empresario periodístico, por cierto) alguien que hoy está plegado a sus órdenes.
Como ejemplo de su “respeto” al Poder Legislativo, menciona que mantienen atorada su solicitud para renegociar la deuda. Pasa por alto que tachó a los diputados de “ignorantes” y que las complicaciones que ha tenido su solicitud obedecen a la opacidad con la que pretende manejar los fondos que se rescaten de su acuerdo con las instituciones bancarias.
Él mismo recuerda que otras legislaturas aprobaron renegociaciones sin condición alguna y la crisis empeoró. Es lógico que hoy se quiera evitar que suceda lo mismo.
El discurso de Miguel Ángel Yunes Linares ante los empresarios adheridos a la Coparmex es el más claro ejemplo de que su oferta política es una extensa colección de “cajas chinas” repletas de humo.
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Epílogo.
A propósito de la reunión de Yunes Linares con los miembros de Coparmex, los empresarios callaron cuando el gobernador los acusó de coludirse con la administración de Javier Duarte y ser parte de la corrupción que imperó durante esos años. Ese era el momento, no al día siguiente, ante los medios, con deslindes particulares. La misma postura rastrera que mostraron con el anterior gobernador, ahora la asumen con el nuevo. *** Y sigue mintiendo el gobernador. Lo hizo ante los empresarios, al asegurar que la incidencia delictiva ha bajado: “No mentimos, hablamos con la verdad; si decimos que ha bajado es porque ha bajado, no es que nos queramos poner una estrellita, se está trabajando con esfuerzo y eficacia”. Lo mismo decía Javier Duarte, a quien él tantas culpas arroja. *** Y ahí nada más, para alimentar nuestra “percepción”: En el municipio de Maltrata fueron encontrados tres cuerpos sin vida, con evidentes huellas de haber sido ejecutados. Estaban en la batea de una camioneta color rojo Dodge RAM sin placas. La unidad fue reportada a las 15:30 horas de este jueves, en el municipio de Maltrata; estaba cubierta de hojas de maíz secas. Las víctimas fueron identificadas como elementos de la Fiscalía de Secuestros y Delitos de Alto Impacto (FISDAI) del estado de Puebla.
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