No conviene al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ponerse a pelear con Andrés Manuel López Obrador. Sí conviene a Andrés Manuel ponerse a pelear con Miguel Ángel Yunes Linares. Al primero no le conviene porque es gobernador en funciones, porque el trabajo que le dejó su antecesor es bastante y discutir con un actor político del tamaño de Andrés Manuel le distrae de sus funciones. De hecho, en las redes sociales, que son una ventana a la que nos podemos asomar para conocer el sentir de las personas, ya se nota el hartazgo de los veracruzanos.
Los esfuerzos del gobernador de Veracruz para poner en una mesa de debate a López Obrador no fructificarán. Y no porque López Obrador sea un cobarde, ya ha demostrado que no lo es, sino porque es más bien un tipo astuto. López Obrador no tiene miedo al debate porque es un gran debatiente, todos vimos en cadena nacional como hizo talco a Diego Fernández de Cevallos.
López Obrador no debate con Yunes Linares porque le conviene mantener la atención en esta pelea que le da las primeras planas de los medios nacionales.
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A lo que tampoco nos podemos negar es a la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador llegue a ser presidente de la República. Cerrase a esa posibilidad no sería muy inteligente. Las encuestas hasta este momento lo muestran como el aspirante más adelantado hacia la presidencia. La posible candidatura de Margarita Zavala no prende, Osorio Chong está disminuido, Moreno Valle no tiene la estatura suficiente, a Miguel Ángel Mancera se le está yendo el apoyo de sus correligionarios, no se ve ni por asomo un aspirante independiente realmente serio; hasta este momento ningún suspirante le puede quitar la ventaja al virtual candidato de Morena.
El único que puede restar a esa ventaja es el mismo Andrés Manuel López Obrador, si su comportamiento se inclina a la arrogancia como en las ocasiones pasadas, si su actitud mesiánica no tiene control, si sus líderes estatales se siguen portando como una recua de imbéciles, si sus diputados siguen portándose como copias baratas de su líder, entonces, en cualquier momento, la ventaja de López Obrador se puede caer como una torre de naipes. Pero en caso de que AMLO llegara a la presidencia, en qué incómoda situación quedaría Veracruz.
El Capitán Bermúdez Zurita no tiene quien lo defienda
En la novela de García Márquez el coronel no tenía quien le escribiera, en la vida real el Capitán Arturo Bermúdez Zurita, al parecer, no tiene quién lo defienda. ¿Qué se traerán los abogados del llamado “Capitán Tormenta? Resulta que por tercera ocasión pidieron que se suspendiera la audiencia que se tendría que haber llevado a cabo el día jueves 9 de marzo. Ya no se sabe si esta es una estrategia por parte de la defensa para conseguir vaya usted a saber qué cosa. ¿No será que los cheques de pago de Bermúdez a sus abogados están rebotando y por eso ellos se niegan a defenderlo? El caso es que no se ve claro cómo habrá de hacer la defensa para demostrar la inocencia de su defendido. Hasta el momento la juez ha decidido que sólo 8 meses estaría en prisión preventiva el exsecretario de Seguridad Pública en lo que se define su situación jurídica de manera definitiva. Con estos cambios de clima Bermúdez Zurita no la ha de estar pasando muy cómodo, porque si hace mucho calor el olor a humano que cunde en las cárceles es insoportable, y cuando hace mucho frío ni cinco cobijas juntas dan calor, claro, a menos que le pida a su compañero de celda dormir de cucharita.
Armando Ortiz aortiz52@hotmail.com
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