“El éxito es ese viejo trío: habilidad, oportunidad y valentía.” – Charles Luckman.

Cientos de apostaron a que esta 18 Cumbre Tajín 2017, resultaría un verdadero fiasco, un gran hierro vaticinaron otros más, hubo incluso quienes aseguraron que la festividad más importante del Totonacapan sería el fracaso más sonado en medio de una crisis de inseguridad, que enfrenta el estado de Veracruz.

Nada más equivocado que esos pronósticos.

Sin los presupuestos de antaño, con toda la responsabilidad en los hombros de al menos tres personas, la celebración que da vida a la identidad de la cultura totonaca habría de desarrollarse.

La instrucción dada por el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares a su secretario de Turismo, Leopoldo Domínguez Armengual, fue clara, realízala y busca con ingenio y talento sacarla adelante.

En la tarea, hubo de convidársele a un par de personajes más, conocedores del tema turístico, pero sobre todo, con la capacidad para con inteligencia desarrollar una festividad que retomará el origen de la fiesta, la cual habría sido sumamente prostituida de su dimensión original, por esos personajes que empoderados sintieron que la Cumbre debía ser un festejo de ricos y para ricos, en donde, esa clase pudiente, se encontrará con los pueblos originales, en una especie de baño de pueblo a la “hight society”.

Afortunadamente la participación de Salomón Bazbaz Lapidus como productor Ejecutivo y de Ernesto Aguilar Yarmuch, como director General redituó lo inimaginable, según cifras de los organizadores el aforó de asistencia rompió records al alcanzar el ingreso de 320 mil asistentes, una cifra nunca lograda en los 17 festivales anteriores.

El retorno de una celebración concebida de y para el pueblo permitió una ocupación hotelera real, no inflada, ni inventada, como acostumbraban en antaño, del 80% en la zona, lo que permitió la generación de siete mil empleos directos.

La décima octava edición del Festival Cumbre Tajín lo confirmó como el suceso cultural más importante del estado Veracruz y uno de los más innovadores del mundo por la calidad de su programación -más de cinco mil actividades-, pero sobre todo la generación de empleos -más de 7 mil directos-.

Así, los hoteleros y los prestadores de servicios de Poza Rica, Papantla, Tuxpan, Costa Esmeralda, Tecolutla, Coatzintla y Cazones alcanzaron una de las mejores ocupaciones en muchos años, con ingresos tangibles y directos, aquí nadie les quedó a deber como acostumbraron también pasadas administraciones, lo que beneficio a miles de prestadores de servicios que dependen de la presencia de turistas para reforzar y fortalecer su economía.

Es así como a pesar de las malas notas que por el tema de la inseguridad reportaba la entidad, hoy habremos de reconocer también que poco a poco, los frutos al esfuerzo se van redituando, logrando con ello, establecer de nueva forma una nueva identidad en el desarrollo del trabajo gubernamental, aplicando talento y capacidad en escenarios adversos, confirmando con ello que esta es y será la cumbre que tapo bocas.

Al tiempo.

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