¿En cuánto se redujo el crecimiento del gasto corriente de los organismos operadores del agua a fin de contar con más recursos para destinarlos a la inversión en la ampliación, renovación y mantenimiento de la red de distribución?
¿A cuántos usuarios domésticos, comerciales o industriales infraccionó la autoridad y a cuántos otorgó reconocimiento por su contribución ejemplar en el cuidado del agua?
¿Será verdad lo que dice Alejandro de la Madrid, Presidente de Salvemos el Agua AC de que los usuarios de Xalapa pagamos mucho más cara el agua que los hogares más ricos de Santa Fe en la Ciudad de México?
¿Sabe usted para cuantos humildes hogares de la periferia y congregaciones rurales alcanzaría el agua con solo racionar el consumo dispendioso y terminar con las fugas? ¿A cuántos pobres se beneficiaría si pagaran los usuarios morosos que en Xalapa parece que desaparecieron?
¿Cuántos desarrolladores de vivienda de los últimos 10 años en Xalapa construyeron conjuntos habitacionales sin contar con la certidumbre de servicios de agua potable?
Al dotar de servicios de agua, primero a esos opacos negocios de la vivienda y posponer o excluir a los habitantes periféricos y de congregaciones rurales asentados desde hace más años ¿dónde queda el respeto al Artículo Primero Constitucional y de la LEY FEDERAL PARA PREVENIR Y ELIMINAR LA DISCRIMINACIO?N?
Con gestiones financieras extraordinarias Xalapa avanzó mucho en construcción de obras de infraestructura hidrosanitaria y pluvial, sin embargo, ¿cuánto avanzó o podrá avanzar en los próximos años de escasos recursos públicos en la atención del rezago de infraestructura social y creación de cultura del agua?
En pocas palabras para el Estado siempre que se trata del agua, del medio ambiente o de la pobreza, ha sido escapatoria segura el discurso, o como hace dos gobiernos estatales que se hizo alarde de la Estrategia ABC ( agua, bosques y cuencas) y ahora la llamada Estrategia Nacional de Inclusión. (ENI)Lo cierto es que jamás ha sido posible hacer realidad los esquemas de coordinación entre las dependencias porque operan como feudos que en teoría trabaja unidos bajo una directriz presidencial o de algún gobernador en lo que debe entenderse como deber Constitucional ya que todas las autoridades (de todos los niveles de gobierno) están obligadas a promover, respetar, proteger y garantizar los derechos fundamentales.
También está visto que es mucho más fácil construir obras, que construir cultura del agua por una razón, esta no se consigue con dinero sino con esfuerzos constantes que fortalezcan la voluntad y la cooperación de todos, de Estado y Sociedad.
Por eso el tema del agua nuevamente deberá estar en la agenda electoral e incluir compromisos tanto de aspirantes como de la sociedad civil. La irresponsabilidad de unos y la insolidaridad de todos nos va a costar muy caro. No hacen falta más esquemas de coordinación ni reuniones para la imagen. Hace falta voluntad política para cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes de ella emanan.
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