Cuentan que recibió una llamada en la que le advertían que iban por él. Eso le permitió huir antes de que aparecieran los elementos de la Fiscalía General del Estado.
La noche del pasado viernes, justo el mismo día que fue detenido en Perote el extitular de la comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) Francisco Valencia, otro grupo acudió al domicilio de Carlos Aguirre Morales, quien fungiera como subsecretario de Finanzas en la administración de Javier Duarte, pero que también fue Tesorero en el gobierno de Fidel Herrera Beltrán.
La residencia de Carlos Aguirre se ubica en el fraccionamiento Las Ánimas y al no localizar al propietario, las autoridades de la Fiscalía realizaron un cateo, luego del cual decomisaron una camioneta y dinero en efectivo.
En agosto del 2016 Carlos Aguirre promovió el amparo 735/2016 en el Juzgado Segundo de Distrito en Xalapa, el cual le concedió la suspensión provisional contra mandamientos ministeriales o judiciales que lo priven de su libertad.
Sin embargo, ante la sucesión de hechos en los que han sido detenidos otros exfuncionarios, Aguirre Morales prefirió no arriesgarse y se dio a la fuga.
Las bondades de una estrategia como la que está aplicando el gobernador Miguel Ángel Yunes en contra de duartistas y fidelistas, es que cada golpe que aplica le sirve a la vez como distractor y como bandera propagandística rumbo a las elecciones municipales del próximo mes de junio.
La captura de Francisco Valencia y el operativo en contra de Carlos Aguirre, por ejemplo, redujeron el impacto que en otras circunstancias hubiera tenido la aparición de un grupo civil armado en Las Choapas, que decidió velar por sus propios intereses, ante la incapacidad de las llamadas “fuerzas del orden”.
Rogelio Franco, secretario de Gobierno, asegura que en Veracruz no existen grupos de autodefensa y que en el caso de los llamados “Tres Mil”, estos entregaron sus armas a las autoridades.
Lo cierto es que fue este grupo el que cerró la ciudad, el que recorrió los alrededores y el que, al final, consiguió la liberación, con vida, de la señora Nancy Jaime, esposa de un ganadero de la región, quien había sido secuestrada el lunes 27 de marzo.
Los operativos policiacos en contra de conocidos ex servidores públicos, pretenden distraer la atención de temas que cada día son más preocupantes, como el hecho de que entre diciembre del 2016 y febrero del presente año, se hayan registrado 45 secuestros en Veracruz, lo que coloca a esta entidad en el segundo lugar nacional en ese tipo de delitos, según el reporte del Secretariado Ejecutivo para el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SSNP).
¡Qué bueno que se esté actuando contra todos aquellos funcionarios que hicieron mal uso de su cargo y se enriquecieron con el dinero de los veracruzanos! Pero esas acciones no nos deben distraer de la exigencia al mandatario estatal para que cumpla con los compromisos realizados durante su campaña.
Entramos ya al quinto mes de su gobierno (un gobierno de escasos dos años) y no se vislumbra una solución para la creciente violencia.
En el extremo sur de la entidad, la pasada semana un grupo delictivo amputó parcialmente los dedos a seis inmigrantes de nacionalidad hondureña a quienes mantuvieron durante varios días secuestrados en Coatzacoalcos hasta que sus familias pagaron el rescate; posteriormente los abandonaron en la carretera Transístmica entre Medias Aguas y Achotal, de los municipios Sayula de Alemán y San Juan Evangelista.
La noche del sábado, en la carretera federal 145, tramo Sayula-Rodríguez Clara, fue hallado el cuerpo sin vida de una mujer, con varias heridas de bala, en el interior de una camioneta.
En San Rafael, en una parcela ubicada en la comunidad de Galvarino Barria, fue encontrado un cuerpo al que le fue separada la cabeza y las extremidades, que fueron encontradas a varios metros de distancia. La víctima fue identificada como Fernando López Cruz quien había sido reportado como desaparecido en la comunidad de Puntilla Aldama.
Todos estos hechos, más la incesante violencia en la zona de Córdoba, y los atentados contra comunicadores, son tareas pendientes del actual gobierno, al que se le reconoce que cuando un tema le interesa, actúa con sorprendente eficacia.
Otra de las funciones de estos operativos contra exfuncionarios es la de la propaganda. Ya alguien lo había advertido: “Conforme se acerquen las elecciones, habrá más capturas, más golpes contra la corrupción. Ese fue el tema que llevó a la gubernatura a Miguel Ángel Yunes y la estrategia es mantenerlo vigente”.
Al final, al menos en Xalapa, habrá que valorar qué pesa más, si la captura de los corruptos, a los despidos entre la burocracia.
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Epílogo.
La Procuraduría General de la República (PGR) parece haber pegado un fuerte golpe a una organización de reciente cuño, los llamados “35 Z”, quienes anunciaron su llegada a Xalapa a finales del año pasado. En un operativo realizado la madrugada del sábado, las fuerzas federales allanaron una “casa de seguridad” de esta organización, en la colonia Framboyanes de Xalapa. En estos hechos fue abatido uno de los presuntos delincuentes y dos agentes de la PGR resultaron heridos. Además fueron rescatadas dos personas que habían sido secuestradas por este grupo y lograron la captura de dos de sus miembros. *** Los “35 Z” operan principalmente en la zona de Tuxpan y Poza Rica. Al parecer son dirigidos por alguien conocido como “El Negro Gallero” y por Erick Manuel Lee Becerra, alias “El Güero Lee”. *** Ojalá haya más golpes como este y de pronto la sociedad “perciba” que en realidad se está combatiendo a la delincuencia en Veracruz.
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